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domingo, 20 de noviembre de 2016

¿Donde estan las mujeres en los museos de Lleida?



Después de casi un mes de silencio, vuelvo con las pilas cargadas y la pluma afilada. 

Este fin de semana he participado en las IV Jornades d’Estudis del Segrià, donde investigadores y estudiosos exponían en cápsulas de diez minutos los ejes principales de sus investigaciones centradas en la comarca del Segriá.



Mi investigación ha girado en torno a la presencia de las mujeres en los museos de la ciudad de Lleida financiados con fondos públicos. Partiendo de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, concretamente del artículo 26. La igualdad en el ámbito de la creación i producción artística e intelectual, he querido comprobar en que mesura se aplica la ley en los centros museísticos de la ciudad.

Echamos la vista atrás y vayamos primero a los orígenes… Cuando a finales del siglo XVIII nace la Historia del Arte como disciplina académica, se construye “una” historia del arte que responde a un contexto cultural y a una jerarquía de valores androcéntricos y patriarcales del momento. Esta historia del arte recoge la creatividad, el gusto, el talento y la teorización masculina. Y deja a un lado el arte creado por mujeres, por otras etnias y culturas, que en el mejor de los casos las catalogará como artesanía. 


A partir de los años 60 con la aparición del movimiento feminista, se empieza a modificar tímidamente esta teoría y práctica en los museos. Pero en los años 80, las Guerrilla Girls todavía se preguntaban si las mujeres teníamos que estar desnudas para entrar en los museos… analizando las obras expuestas en el Metropolitan Museum de Nueva York, denunciaban que el 85% de los desnudos eran femeninos, mientras que solo el 5% de los artistas expuestos eran mujeres.

El 2007 se aprueba en España la Ley Organica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Casi diez años después, he querido comprobar en qué medida se ha implantado en los museos que reciben financiación pública, que son el Museu de Lleida Comarcal i Diocesà, el Museu Jaume Morera, y el Centre d’Art la Panera. Con esta ley la administración convoca a respetar la constitución en materia de igualdad de género y obliga a establecer los medios necesarios para su cumplimiento:

LO 3/2007, de 22 de marzo:


Capítulo II Acción administrativa para la igualdad


Artículo 26. La igualdad en el ámbito de la creación y producción artística e intelectual.

1. Las autoridades públicas, en el ámbito de sus competencias, velarán por hacer efectivo el principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en todo lo concerniente a la creación y producción artística e intelectual y a la difusión de la misma.

2. Los distintos organismos, agencias, entes y demás estructuras de las administraciones públicas que de modo directo o indirecto configuren el sistema de gestión cultural, desarrollarán las siguientes actuaciones:

a) Adoptar iniciativas destinadas a favorecer la promoción específica de las mujeres en la cultura y a combatir su discriminación estructural y/o difusa.

b) Políticas activas de ayuda a la creación y producción artística e intelectual de autoría femenina, traducidas en incentivos de naturaleza económica, con el objeto de crear las condiciones para que se produzca una efectiva igualdad de oportunidades.

c) Promover la presencia equilibrada de mujeres y hombres en la oferta artística y cultural pública.

d) Que se respete y se garantice la representación equilibrada en los distintos órganos consultivos, científicos y de decisión existentes en el organigrama artístico y cultural.

e) Adoptar medidas de acción positiva a la creación y producción artística e intelectual de las mujeres, propiciando el intercambio cultural, intelectual y artístico, tanto nacional como internacional, y la suscripción de convenios con los organismos competentes.

f) En general y al amparo del artículo 11 de la presente Ley, todas las acciones positivas necesarias para corregir las situaciones de desigualdad en la producción y creación intelectual artística y cultural de las mujeres.


De la información recogida, se desprende que ninguno de los museos de Lleida tiene un programa específico para cuestiones de género. Aunque cabe destacar que dentro de sus protocolos y objetivos como institución y de manera natural buscan establecer un equilibrio entre mujeres y hombres artistas. 

En cuanto a las políticas activas de ayuda a la creación y producción artística e intelectual de autoría femenina, a que se refiere el artículo citado, nos encontramos que actualmente no existen becas específicas ni premios para mujeres creadoras en ningún museo de la ciudad. Es de justicia aclarar en este sentido, que tampoco existen otros tipos de premios. Desde hace unos años, y por una cuestión puramente económica los premios de los museos como la Medalla Jaume Morera o el Premi Leandre Cristofol, ya no se convocan.

La presencia de mujeres artistas en los fondos de los museos de Lleida es muy dispar, des de el 0% de mujeres documentadas hasta casi en 50% en otros.
Y aunque la mayoría del personal que trabaja en el ámbito cultural de la ciudad sean mujeres, cabe destacar que principalmente ocupan puestos de trabajo base o intermedios, y que los puestos de dirección están ocupados por hombres, lo mismo sucede a nivel nacional e internacional. Aunque tenemos la excepción que confirma la regla, el Centre d’Art la Panera, ha estado dirigido des de su fundación por mujeres, primero por Gloria Picazo y su sucesora será Celia del Diego.


Y anque ninguno de los museos cumpla la ley al 100%, vale la pena destacar la voluntad de incorporar la perspectiva de género de manera natural en el funcionamiento de todas estas instituciones.


Para saber más:

Ponencia en el marco de las IV Jornades d'Estudis del Segrià:

 










lunes, 10 de octubre de 2016

Elle Maillart, la viajera incansable

Vagabundear entre las estanterias de una biblioteca pública es siempre una actividad agradable, más cuando la biblioteca se encuentra en un edificio emblemático com es el caso de la Biblioteca Pública de Lleida...lo mejor es dejarse sorprender por lo que encuentras de manera casual, y fue así como descubri la apasionante historia de Ella Maillart. En la última entrada recomende un libro suyo, El camino cruel, donde relatava el viaje que la llevó de Suiza a Kabul en 1939 acompañada de Annemarie Schwarzenbach. Pero ¿quien fue Ella Maillart? estirando del hilo descubrí a una deportista, viajera y fotografa con una vida apasionante...

Ella Maillart

Ella Maillart nació en Ginebra, su madre deportista, y quizá vino su atracción por los deportes des de muy joven. En 1913 la familia se trasladó a Creux de GenthodGenthod, a orillas del lago Lemán, y allí conoció a Hermine Saussure, con la que compartiria amistad, deportes y aventuras. Junto con Hermine empezó a practicar vela y esquí. Con tan solo 16 años fundó el primer Club de Hockey sobre hierba de la zona francófona de Suiza, el Champel Hockey Club.


Foto del Champel Hockey Club, a la derecha Ella Maillart

Su amiga Miette compro un yate de 21m de eslora, con el que iniciaron una aventura, seguir los pasos de Ulises, de manera que formaron un equipo de 4(chicas) y se dirigieron a Corcega, Cerdeña y Sicilia. Pero Miette cayo enferma y tuvo que abandonar la aventura. Poco después se caso con el arqueologo francés Henry Seyrig, y ya no volvió a navegar. Con lo que el sueño de Ella de vivir en el mar se esfumó. Pero su experiencia le sirvió para participar como representante de Suiza en las regatas de los Juegos Olímpicos de París en 1924, fue la única mujer de 17 paises que competían y la más joven. De todas sus vivencias en el mar años más tarde escribió un libro, como decía ella eran vivencias de un "nomada a flote": Gitana a flote, vagabunda del mar.


La tripulación del Atalante, un antiguo barco piloto modificado por Ella y transformado en una yola.
Depués de esta experienza realizará trabajos bien dispares como mecanógrafa, viajante de comercio, modelo de escultura, y tambíen como actriz, en 1929, trabaja como especialista en escenas de esquí para peliculas rudadas en Mürren. Entre 1931-32 será la capitana del equipo de Hockey femenino suizo. Como miembro del equipo suizo de esquí, defendió a su país en los cuatro primeros campeonatos del mundo de esquí alpino de 1931 a 1934. 


Ella y la esquiadora Roslï Streiff en el Campeonato Mundial de Esquí ens Innsbruck (1933)

Durante su estancia en Berlín en 1929, entra en contacto con emigrados rusos y se le ocurre la idea de escribir artículos de prensa sobre la juventud en Rusia y el cine ruso. La viuda de Jack London le ayuda económicamente para viajar a Moscú. Allí se alojará con la Condesa Tolstoy, y conocerá al director de cine Vsévolod Pudovkin. Viajará al Cáucaso con un grupo de estudiantes y descubrirá el valle oculto de Svanetia. Regresará a Europa a través del Mar Negro y Crimea. A su llegada a París, el editor Charles Fasquelle le pide que escriba un libro sobre su viaje: Parmi la jeunesse russe (1932), su publicación provocó un gran escando en Ginebra, pero le permitió ganar su primer cheque como escritora, nada menos que seis mil francos, que le abriron las puertas a la libertad.


Ella en Turtköl, Uzbekistan (1932)

Junto con dos parejas que conoció en Moscú viaja al Turquestán ruso y hacia el Tien Shan (Las montañas celestiales), allí descubrirá los pueblos kirguises, kazajos y uzbekos. Siempre en dirección al este, cruza la zona del Taklamakan, llegando hasta el desierto de China. Decide volver por su cuenta viajando a través de las repúblicas soviéticas del sur, una zona conflictiva a conseqüencia de las revueltas musulmanas duramente reprimidas por el ejercito soviético. Ella viaja evitando los puestos fronterizos peligrosos. Su hazaña se convierte en una primicia y es ampliamente reconocida por los medios, ya que consigue llegar a Paris cargada con numeros rollos de película y sus libros de notas. Con todo este material escribe Des Montes Celestes aux Sables Rouges, que será traducido al inglés como Trukestan Solo. 




La editorial Le petit Parisien, especializada en lugares remotes, encara a el un artículo a Ella, y la envia a China, a la Manchuria ocupada por los japoneses. En su camino coincide con Peter Fleming, un reputado periodista de The Times, y emprenden el viaje juntos para descubrir el Turkestan chino. En 1935 salen de Pekin con un visado para llegar hasta la región del Koko Nor. A partir de esa zona evitan las rutas vigiladas por los militares o fronterizas y se dirigen hacia las regiones remotas. Después de cruzar la meseta de Sinkiang, siguen la ruta de la seda hasta llegar a Pamir. Siete meses después de salir de Pekín llegan a Srinagar (Cachemira) con una coleccion impresionante de fotografies y notas. 


Ella enseñando un libro donde aparecen camellos. Región de Koko Nor (1935)
El viaje prohibido (1936) recoge todo este viaje y es todo un éxito. Ahora ya tiene dinero para seguir viajando libremente, pero hasta 1939 seguirá viajando (Turquía, India, Afanistan, Iran...) y enviando articulos para Le Petit Parisien. al mismo tiempo inicia una gira por Europa, donde pronuncia conferencias sobre sus viajes. 
Ella reportera para Le Petit Parisien
En 1939 inicia un viaje junto con Annemarie Schwarzenbach, en un intento de desengarchar a su amiga de las drogas, la lleva a los paises que había visitado años antes, recogió este viaje en su libro El camino cruel:


"...Un par de cosas que he aprendido sobre el tormento moral que Chistina (Annemarie Schwarzenbach) estaba pasando, es que el hambre o la porbreza pueden ser menos aterradores que el sufrimiento mental y la angustia..."

Durante la Segunda Guerra Mundial, Ella se instala en la India donde sobrevive de sus rentas. Y a su regreso a Europa, se instala en Chandolin en los Alpes suizos. En 1951, viaja a Nepal que acaba de abrir sus fronteras y escribe el libro El país de los sherpas. Durante los años siguientes organizará viajes turísticos a diferentes paises de Asia.


Ella en su casa de Chandolin

En 1889 el Museo Eliseo de Lausana, donde ella deposita todos sus negativos, le organiza la primera retrospectiva de su vida y su obra, será una exposición itinenrante que viajará a varios paises de Europa. En 1991 se publica La vida immediata, una recopilación de 200 fotografías de interés documental. Murió en Chandolin en 1997.

(Fuente: EllaMaillart.ch)









martes, 27 de septiembre de 2016

Ella Maillart: El camino cruel

A punto de empezar la Segunda Guerra Mundial, dos mujeres se embarcan en un largo viaje des de Suiza hasta Afganistan. El camino cruel relata este viaje narrado por una de las protagonistas.



Ella Maillart aventurera y deportista, junto con Annemarie Schwarzenbach filósofa y arqueóloga, son las protagonistas de esta aventura. Todo empezó en Zúrich en 1939, un largo viaje que paso por la cordillera Póntica, Bala Murghab, Turquestán y por fin a Kabul.


Maillart escribió: “Mis verdaderos propósitos, a fin de cuentas, eran adquirir el dominio de mí misma y salvar de sí misma a mi compañera”. Annemarie Schwarzenbach era adicta a la morfina, para dejar su adicción había pasado por numerosas clínicas de desintoxicación. Pocos años después se publicó el libro que Maillart dedicó a Schwarzenbach, que había muerto a causa de un accidente.


El camino cruel es un libro especial, emocionante, imposible de vivir ahora: resulta impensable ese viaje de dos mujeres solas por Turquía, Persia y Afganistán, fotografiando, describiendo etapas del camino, durmiendo a la intemperie, relacionándose con sus habitantes. Era junio de 1939, los albores de la Segunda Guerra Mundial.


El camino cruel dice de lugares, de historias, tradiciones y de otros viajeros, como Alejandro Magno. Está la arquitectura y las comidas y la relación de amistad entre ellas y entre aquellos que se cruzaron en su camino, cónsules, comerciantes, funcionarios, nómadas…

Fuente: Las que saben vivir bien (El Pais. Cultural)

martes, 20 de septiembre de 2016

Daeida Wilcox, la madre de Hollywood



Fue una pionera y su sueño se convirtió en lo que hoy conocemos como 
la meca del cine, Daeida Wilcox fue la madre de Hollywood.
 
Daeida Wilcox
Había nacido en Ohio, en el seno de una familia de agricultores. 
Asistió a la escuela privada en Hicksville y posteriormente en Canton. Se casó con el 
prohibicionista Harvey Henderson Wilcox, y el matrimonio se mudó a Kansas. En 1886 
compraron una finca de 200 acres al sur de California y se trasladaron a vivir ahí. La finca 
a las afueras de Los Ángeles estaba situada al pie de las colinas de Hollywood.
 
Mapa promocional de la zona residencial Hollywood

En 1887, empezó a diseñar una nueva urbanización en su rancho, con un mapa de 
fraccionamiento de tituló “Hollywook, California”, y así lo inscribió en la oficina del Registrador
 del Condado de Los Ángeles. Su sueño era construir una gran urbanización según sus propios 
principios, cristiana, abstemia y amante del arte. Con esta finalidad subdividió la propiedad en 
lotes, plantó jardines, macizos de flores y pimienta de  California. También creó calles nuevas 
y les puso nombre inspiradores como Sunset Boulevard, para atraer a los compradores. 
 
En una de las calles de Hollywood se creó la primera acera, concretamente en 
Prospect Street, donde Daeida residía. Actualmente se conoce como Hollywood 
Boulevard, donde se ubica el actual Paseo de la Fama. La urbanización fue creciendo, 
llenándose de lujosas mansiones de veraneo en las que familias adineradas pasaban 
largas temporadas. En 1891 Harvey Wilcox murió. En 1894, se casó con Philo J. Beveridge
, un empresario y ciudadano prominente de Hollywood e hijo de un gobernador de Illinois,
 que compartía su visión de la comunidad. Con Beveridges tuvo cuatro hijos.
 
Con su segundo marido, Daeida mantiene su liderazgo en los esfuerzos de desarrollo y 
jugó un papel decisivo en el establecimiento de la mayor parte de la infraestructura civil
 de Hollywood. Promovió la creación del ayuntamiento y otros servicios sociales como 
biblioteca, estación de policía, escuela primaria, club de tenis, oficina de correos, parque
 de la ciudad, y uno de los dos centros comerciales de la ciudad.
 
Residencia de Paul Longpré
 
Daeida construyó el Banco Nacional de Hollywood, como tenía unas profundas convicciones 
religiosas, donó tierras para tres iglesias. También donó tres lotes de su propia residencia 
en Cahuenga Boulevard al pintor Paul de Longpré, una finca que incluía extensos jardines 
de flores y una mansión estilo renacimiento  con la misión de convertirla en una galería de 
arte público. Se convirtió en una de las atracciones turísticas más populares.
 
A principios del siglo XX llegaron los primeros actores a veranear a Hollywood, en un 
principio mal vistos por los demás vecinos, ya que  los actores eran considerados de la 
clase social más baja. Pero resulto que Hollywood además de sitio de descanso, en esas
tierras los directores de cine encontraron un sitio ideal para sus necesidades, ya que 
tenia desierto, montañas, costa, convirtiéndose así en un plató único para rodar películas,
el  resto de la historia ya la conocéis…
 
 
Se la llegó a conocer como la "Madre de Hollywood". Daeida Wilcox Beveridge murió 
el 7 de agosto de 1914, y fue incluida en el Salón de la Fama de Mujeres de Ohio en 1995.

 


Fuente: Los Angeles Curbed

Para saber más:
How One Ohio Native Became the "Mother of Hollywood"
Hollywood Tenacious Founder
Hickvil Historical Society Inc.: Daeida Hartel Wilcox Beveridge

lunes, 5 de septiembre de 2016

Roser Ferran Gayet, La chica de la Pirelli


Hoy en día hablar de chica y Pirelli nos remite a los famosos calendarios que publica cada año la marca, pero en 1936 Roser Ferran se convirtió en la chica de la Pirelli, la mujer que dirigió la empresa italiana durante la Guerra Civil. Nació en Barcelona en 1915. 
 
Roser Ferran Gayet

Creció en la Italia de Mussolini, llevó las riendas de una industria de guerra en la Barcelona de los bombardeos, vivió como refugiada en la Francia de la Segunda Guerra Mundial y vio pasar el franquismo desde un balcón en la plaza de Oriente de Madrid. Es una de las últimas personas vivas que tuvo un cargo de responsabilidad en la República. Con 21 años tenía a sus órdenes a los tres mil trabajadores de las cinco fábricas catalanas de Pirelli. Y la Vanguardia tuvo “la culpa”. Una noticia que daba falsamente por zanjada una huelga la convirtió en esquirol involuntaria y, clic, puso en marcha el engranaje de su destino.

Trabajaba desde 1934 como secretaria en la sede de Industrias Pirelli en España –en la ronda Universitat de Barcelona– a las órdenes del secretario general, Giuseppe Luraghi. En verano de 1936 se declaró una huelga en su sector, una más en ese año convulso. Como iba para largo, se fue a la casa familiar a Sant Pau de Segúries, en el Ripollès. Nueve días después, el domingo 28 de junio, La Vanguardia trajo la noticia al pueblo: “Huelga resuelta. La dependencia mercantil se reintegró normalmente al trabajo”.
Al día siguiente subió al primer tren a Barcelona. Llegó justa, sufriendo por llegar tarde al trabajo. “Corrí por la calle, subí las escaleras de dos en dos y entré en la oficina a las nueve y dos minutos”.
Sólo entonces levantó la cabeza y vio a los jefes italianos allí plantados, mirándola radiantes. “Brava,Ferran! Lei è venuta!”, gritaron con alborozo. Roser –no osó decir que La Vanguardia a veces se equivoca– había roto la huelga. Llamaron a los interventores y al final del día los trabajadores estaban en sus puestos. Tres semanas después llegó el alzamiento militar. 

La guerra estalló y la Pirelli fue colectivizada. Los italianos huyeron. A finales de verano, dos milicianos de la CNT, Trigo y Guerrero, armados con sus máuseres, esperaban a la secretaria Roser en el despacho que fue de Luraghi:“Siéntese. ¿Quiere que le leamos lo que acabamos de encontrar?”.
Era una carta que los jefes italianos habían enviado a la central de Milán pidiendo una compensación para la secretaria que había tumbado solita la huelga. “Me quedé blanca”, dice Roser. “Imagínese qué pasaría si los comunistas lo supieran... –prosiguieron los anarquistas–. Pero no se preocupe: hay un arreglo”. 

La nombraron secretaria general de Industrias Pirelli.Los milicianos necesitaban a alguien que supiese redactar, llevar las cuentas y coordinar las fábricas. Así fue como Roser, hija única bajo el ala asfixiante de su padre, que había leído los clásicos griegos y latinos, las obras completas de Balzac, a Dostoyevsky, Tolstoi y Zweig, y que incluso había aprendido el esperanto, acabó al frente de una industria de guerra.

Durante la contienda, su firma era una de las tres necesarias para mover fondos en la Pirelli, que fabricaba los neumáticos de los camiones que iban al frente y cables de uso militar. Una exmussoliniana convertida por enredos del azar en capitoste anarquista. 

El 26 de enero de 1939 las tropas nacionales entraban en Barcelona y Roser escapaba esa mismo mañana a Francia en un coche con chófer de la Pirelli. Hizo bien: los falangistas fueron a buscarla al domicilio familiar de la calle València al menos dos veces. Años más tarde, en otro quiebro irónico del destino, Roser se casaría con un impulsor de la Falange en Barcelona, Julián Ruiz Aranda. 
Campo de concentración de Argelès-sur-mer
En Francia pasó nueve meses en el campo de concentración de la playa de Argelès. Con frío, aburrida del paisaje formado por la alambrada, el mar gris y los barracones, durmiendo sobre la arena hasta que pudo confeccionar un colchón con hojarasca. Al menos estaba con sus padres, que habían ido a Francia para unirse con ella. “Aunque no guardo un mal recuerdo, tal vez porque era joven”.
Cuando por fin salieron de Argelès los Ferran fueron a Toulouse, donde una asociación católica de asistencia a los refugiados les consiguió un piso. Roser hacía de intérprete para los exiliados y trabajaba en una organización cuáquera de Filadelfia que distribuía ropa, comida y dinero. Fue una época feliz, se sentía colmada por poder ayudar y ser útil. Feliz a pesar de que la vida en la Francia de la guerra, primero bajo el régimen de Vichy y luego bajo ocupación nazi, era dura. 
El regreso a la España franquista, en mayo de 1943, fue desgarrador. En la frontera detuvieron a su padre, pensando que el rojo era él y no la hija. Sólo pasó un mes en prisión, el tiempo que tardó Roser en lograr un abogado, pero fue demasiado. “Cuando salió ya no era el mismo. Lo que vivió en prisión le trastornó. Decía que le espiaban, que intentaban envenenarlo. Dejó de comer, creía que se volvería transparente”. Lo llevaron a los mejores psiquiatras, lo medicaron, le dieron electroshocks. Fue inútil. Murió ese mismo año, oficialmente de “anorexia”.

Después de la guerra, La Vanguardia volvió a cambiar su camino. Por un anuncio en el diario, encontró trabajo como secretaria de un empresario aragonés que hizo fortuna en el París ocupado (y la perdió con la liberación), Julián Ruiz Aranda, viudo con dos hijos, 22 años mayor. “Hice una lista con los pros y contras de casarme. Anoté diez inconvenientes y una sola ventaja: ser madre. Me cogió una reacción animal. Nunca me he enamorado: por lo que veo, me he ahorrado disgustos”. En 1951 se casaron, y tuvo dos hijos.


Roser vive desde 1957 frente al Palacio Real de Madrid, con un balcón sobre la plaza de Oriente, el canto del cisne franquista. Cuando había manifestaciones prorrégimen, la policía inspeccionaba el piso. A veces colocaban en su balcón altavoces que emitían aplausos enlatados para exagerar la magnitud de la masa. “Eran de la marca Philips”, recuerda. Roser, que en Italia vio los primeros brazos en alto, veía medio siglo después los últimos brazos en alto de Europa. 

(Fuente: La Vanguardia


Para saber más:

Gemma Saura Barrera y Plàcid Garcia-Planas: La noia de la Pirelli. Grup 62.

 "Volia deixar de ser una simple secretaria" (Ara.cat)

 La noia de la Pirelli (notícia TV3)