Sin duda fue una de las
mujeres que abrieron el camino que otras seguirían en décadas
posteriores, pese a que no lo había hecho de una manera planeada. Podría
decirse que fue un feminista que nunca
quiso serlo. Sin procurarlo conscientemente, su vida es un ejemplo de
como una mujer puede decidir su propio destino y hacer cosas que la
mayoría de las mujeres de la época no podían soñar.
María Zambrano dijo de ella: ”cometió uno de los errores más destructivos e imperdonables: ser libre”. |
María Gómez González, más conocida por el seudónimo de Maruja
Mallo, nació en Viveiro (Lugo) el 5 de enero de 1902 y falleció en
Madrid el 6 de febrero de 1995.
Perteneciente a una familia de buena
posición, se inicia en el dibujo a edad muy temprana copiando
ilustraciones de las revistas de la época. En 1922, al trasladarse su
familia a Madrid, tanto ella como su hermano Cristino ingresan en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Es una
etapa que no repudió: «Me interné cuatro años en la Academia. Tenía
a Romero de Torres de ropajes, a Benedito de colorido, a Moreno
Carbonero de dibujo, a Rafael Doménech de historia del arte.
Hoy hablas con cualquiera que expone y no sabe nada de arte antiguo.
Sólo se puede superar una civilización o un yo cuando se tiene un
conocimiento total y entonces saltas por encima de esos conocimientos y
llegas al auténtico que es el inconsciente, pero si no conoces nada no puedes llegar a ningún sitio», diría a Escribano en 1982.
Maruja Mallo y Rafael Alberti en Puerto Santa Maria |
En Madrid, su compañero de estudios Salvador Dalí la introduce en el ambiente de la Residencia de Estudiantes, donde encontrará a quien será su pareja intermitente entre 1925 y 1931: Rafael Alberti. También conoce entonces a dos personas de enorme influencia a lo largo de toda su vida: María Zambrano y Concha Méndez.
La Verbena 01 |
En 1928 se produce su encuentro con José Ortega y Gasset. Crea algunos dibujos para la Revista de Occidente
y realiza su primera exposición, de gran trascendencia en su momento
(aunque Juan Pérez de Ayala recuerda que ya había expuesto anteriormente
en Avilés, donde pasó su adolescencia, y en Gijón), en la que se
incluye su serie Verbenas pintada, según escribió entonces Francisco Ayala, por «un sentido jovial de la vida». Para
García Lorca: «Estos cuadros son los cuadros que he visto pintados con
más imaginación, con más gracia, con más ternura y con más sensualidad».
Maruja Mallo y Josefina Carabias con Antro de fósiles 1931 |
En 1932 expone en París la serie surrealista Cloacas y campanarios, de la que Juan Ramón Jiménez critica abiertamente, y por contra, André Breton compra
una de sus piezas: «André Breton, el jefe surrealista, se
presenta con sus entorchados y sus charreteras en el estudio de la
pintora y compra un cuadro titulado Espantapájaros», escribirá Gómez de la Serna.
Un año después conoce al uruguayo Joaquín Torres García, junto a quien
profundizará en el estudio de la geometría y de los estudios sobre la
proporción áurea del príncipe rumano Matila C. Ghyka, de tanta
relevancia para su trabajo posterior.
Maruja Mallo, 1927 |
Los años inmediatamente anteriores a la Guerra Civil
los pasa como profesora de la Escuela de Cerámica y trabajando sobre
temas sociales –a lo que no es ajena su amistad con Miguel Hernández- y las Arquitecturas minerales y Arquitecturas vegetales, que los críticos emparentan con la Escuela de Vallecas. A este respecto hay que recordar su excelente relación con Benjamín Palencia y Alberto Sánchez.
La ciclista (Concha Méndez) 1927 |
También colabora con Rodolfo Halffter en los decorados y escenografía de la ópera Clavileño –ya había hecho lo propio con El ángel cartero de Concha Méndez y varias obras de Alberti-, y presenta Sorpresa del trigo
en la exposición organizada en mayo de 1936 por ADLAN (Amigos de las
Artes Nuevas) en Madrid.
Mensaje del mar, 1937 |
Desde Galicia, donde se encuentra al inicio de la guerra con las Misiones Pedagógicas, se desplaza a Buenos Aires en principio como conferenciante invitada por la asociación de Amigos del Arte y con Gabriela Mistral, embajadora en Lisboa, como mediadora,
pero su estancia se extiende hasta 1961, interrumpida sólo por algunas
temporadas en Chile y Uruguay. Esta vez es el entorno de la revista Sur quien la acoge.
En 1942 Ramón Gómez de la Serna publica la monografía Maruja Mallo en la editorial Losada,
donde hace un recorrido por su evolución artística.
Pablo Neruda y Maruja Mallo. Chile 1945. |
Con Pablo Neruda viaja a la isla de Pascua en 1945, y es el tiempo en que inicia la serie Naturalezas vivas. Es también ahora cuando crea el mural hoy destruido del cine
Los Ángeles de Buenos Aires. En 1947 intenta realizar otros murales
para la Fundación Rockefeller y los Estudios Metro Goldwyn Mayer, pero
el proyecto no se lleva a efecto.
Cabeza de mujer (cabeza de negra) 1946 |
En cambio logra el Primer Premio de
Pintura de la XIII Exposición de Nueva York en 1948. En 1949 publica Arquitecturas, cuyo prólogo escribe Jean Cassou.
Los años 50 son de una retirada de la vida pública,
aunque expone sin mucha trascendencia en París, Uruguay y Buenos Aires y
crea parte de las series de Cabezas de mujer y Máscaras. José Luis Ferris, en su biografía Maruja Mallo. La gran transgresora del 27
(2004) titula este periodo como «Malos tiempos para una diosa» y
explica cómo la inestabilidad política y económica de Argentina puede
estar relacionada con este retiro.
En 1961 hay un primer regreso a Madrid, que puede
considerarse definitivo a partir de 1962. En 1967 obtiene el Premio
Estrada Saladrich en la Bienal Internacional de Pintura de Barcelona y desde los años 70 se convierte en una presencia fundamental de los ambientes artísticos madrileños, aunque más por su pasado que por sus nuevas obras que pocos ven: las series Moradores del vacío y Viajeros del éter.
Como escribe Estrella de Diego: «Fascinaba encontrar a esa mujer que venía de ese tiempo suspendido, tan moderna, tan de ultramar, tan vanguardista. Y se pensó que, si no llegó a ser surrealista
hubiera podido ser una surrealista impecable. Aunque, seguramente, de
haberlo sido, no hubiera recibido el apoyo de Ortega, cuyas posiciones
nunca fueron favorables al movimiento. Quizás llamamos surrealista a Maruja Mallo porque no supimos cómo llamarla, porque su viveza personal y pictórica nos dejó, a nosotros también en plenos años ochenta, sin etiquetas convincentes».
(fuente: Shirley Mangini, Maruja Mallo y la vanguardia española. Ed. Circe, 2012.) Para saber más:
Maruja Mallo (en Capitulo Aparte, art. Periodico ABC)
A feminista que non quixo selo (art. El País, Galicia)
Maruja Mallo:pintora libertaria y mujer irreductible (en ¡Déjenme vivir! )
Maruja Mallo y Rafael Alberti, un amor creativo y un olvido premeditado (en Arrinconarte)
Fuera de orden. Mujeres de la vanguardia española (en Biblioteca de mujeres artistas)
Bibliografia:
Ferris, José Luís: Maruja Mallo: la gran transgresora del 27. Ed. Temas de Hoy, Madrid, 2004.
Mangini, Shirley: Maruja Mallo y la vanguardia española. Ed. Circe, Madrid, 2012.
VVAA: Fuera de orden. Mujeres de la Vanguardia Española. Catálogo de la exposición. Fundación Cultural MAPFRE VIDA, Madrid, 1999.
Fantástico artículo, Judith.
ResponderEliminarMaruja Mallo es una de las tantas mujeres artistas que fueron vanguardistas en su concepción del arte y que influyeron de forma definitiva en los trabajos de sus compañeros artistas masculinos, pero han sido relegadas al olvido y la invisibilidad. Por ello visibilizar, reivindicar y poner en valor las aportaciones de la mujer en las diversas esferas de la vida cultural, artística, científica, política, etc., es una labor en la que todavía queda mucho camino por desbrozar. Afortunadamente blogs como el tuyo van abriendo senderos. ¡Gracias!
Con tu permiso comparto tu artículo y blog en mis páginas de facebook
https://www.facebook.com/ArrinconarteElRinconDelArte
y
https://es-es.facebook.com/vanguardiasenfemenino
Un abrazo
Maroula
Muchas gracias, Maroula, tienes razón en todo! Las vanguardias españolas tuvieron magníficas representates: Maruja Mallo, Maria Blanchard, Remedios Varo, Ángeles Santos, pero la historia no ha hecho justicia ni con su obra ni con su talento. Continuaremos trabajando para rescatar estas figuras y darles el lugar que se merecen en la historia del arte español.
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