Maria Rúbies forma parte del día a día en la provincia de Lleida, hay un instituto que lleva su nombre, diferentes pueblos le han dedicado calles ... pero muchos desconocen que la hizo merecedora de este honor. Y es que Maria Rúbies fue una gran impulsora de cambios educativos y sociales. Todos los que la conocieron coinciden en que era una persona inteligente, capaz de romper barreras, con una gran sensibilidad hacia las preocupaciones de sus conciutadanos y de todos los que luchaban por una mayor justicia.
Maria Rúbies nació en Camarasa, el 21 de noviembre de 1932. Vivió de lleno la dureza de la guerra civil. Su padre se vio obligado a refugiarse en Francia, mientras el resto de la familia permanecía en un pequeño pueblo del Pirineo catalán cercano a la frontera. Durante ese tiempo Maria no pudo asistir a la escuela.
Maria Rúbies Garrofé |
Maria Rúbies nació en Camarasa, el 21 de noviembre de 1932. Vivió de lleno la dureza de la guerra civil. Su padre se vio obligado a refugiarse en Francia, mientras el resto de la familia permanecía en un pequeño pueblo del Pirineo catalán cercano a la frontera. Durante ese tiempo Maria no pudo asistir a la escuela.
Posteriormente,
tras un breve período de estancia en Os de Balaguer, la familia se instaló en Lleida.
Esta experiencia temprana de la guerra civil española (1936-1939) la llevó a interesarse
vivamente por lo que ocurriría a continuación en los demás países europeos, durante
los años de la segunda guerra mundial.
En 1957 se
licencia en Matemáticas y vuelve a Lleida, donde ejercerà la docencia en
diferentes centros de bachillerato y impulsará la creación de la “Escola Espiga”.
Entre
1967-77 asume diversas responsabilidades en la Universidad Autónoma de
Barcelona, y posteriormente la dirección de su delegación en Lleida.
En 1975, al
iniciarse la transición política se compromete muy a fondo en la reconstrucción
de la escuela y la pedagogía. Se afilia a Convergència Democràtica de
Catalunya, y es elegida sendora en las primeras elecciones democráticas, y
posteriormente diputada. Más tarde también será regidora de Lleida y diputada
en el Parlamento catalán.
Desde 1980
partició en la redacción de nuevos programas escolares por encargo del gobierno
autónomo. Y en 1986 fue nombrada primera presidenta del Consejo Escolar de Catalunya,
máximo órgano de consulta y participación de la comunidad educativa catalana.
En 1988 abandona
la militancia política y vuelve a la docencia en la Escuela de Formación del
Profesorado de la Universidad de Lleida. Muere en 1993 como consecuencia de una
larga enfermedad.
Maria Rúbies
fue una mujer comprometida con la educación y la reconstrucción de su país, resulta
difícil separar el compromiso personal del compromiso educativo, social y
político.
Desde sus
comienzos profesionales se entregó de lleno a la renovación pedagógica y organizativa
de la escuela y llevó sus inquietudes al seno de las instituciones que podían favorecer
un cambio en la educación ya que, desde el año 1977, con el inicio de la democracia
en España, los cambios escolares fueron coincidiendo con una transformación social y
política mucho más amplia.
En el ámbito
más estrictamente educativo decía también: “Es imposible educar sin principios
educativos y sin valores:[debemos desarrollar] la capacidad crítica y la conciencia
[de los alumnos], de modo que ellos también lleguen a asumir su propia escala
de valores y sus ideas personales”.
La idea de
promover la escuela catalana iba pareja con la de incorporar los principios de
la Escuela Activa que habían tenido tanta influencia
en Francia, Bélgica e Italia a comienzos del siglo XX y que, aunque también habían llegado por entonces a
Cataluña.
Esta misma
idea de renovación y de búsqueda de un modelo educativo que respondiera a las
necesidades del país la animó a asumir responsabilidades de dirección en la nueva
Escuela de Formación del Profesorado y en el Instituto de Ciencias de la
Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Cabe destacar su capacidad de
adaptación a la docencia en los diferentes niveles educativos (primario,
secundario y universitario), así como en el sector público o privado, muestra
de su inquietud y de su voluntad de colaborar con todas las personas e
instituciones preocupadas por mejorar la educación, evitando la tentación de
actuar sólo en grupos reducidos o selectos, si bien en general prefirió el
sector público como vía para llegar a todos los ciudadanos.
Cambios en
los contenidos y métodos pedagógicos:
su
contribución a la didáctica de las Matemáticas
Mejorar la
escuela exigía formar a los profesores, favorecer en ellos la reflexión sobre
su trabajo cotidiano e incitarlos a conocer lo que se hacía en otros países,
con el fin de ayudarlos a modificar en consecuencia su metodología y su
práctica. Su empeño por introducir la denominada “matemática
moderna”, propicia a desarollar en los alumnos la educación del raciocinio y el
análisis de procesos, fue una contribución
concreta en esta dirección.
Para Maria
Rúbies la introducción de la teoría de conjuntos en la escuela era una manera
de estimular la capacidad de razonamiento de los alumnos y un medio para evitar
las prácticas rutinarias y los métodos poco motivadores que restringen el
aprendizaje y encierran las matemáticas en el cantón de lo incomprensible.
Quiso así
romper los límites de las matemáticas enseñadas en la escuela. Para eso había
que aventurarse en otros ámbitos distintos del cálculo y la geometría. Debía
darse entrada a la lógica, a la estadística y a la probabilidad. Convenía
plantear cambios metodológicos y hacer que las matemáticas sirvieran para
ayudar a interpretar y resolver problemas de
la vida real.
Fue una de
las impulsoras de la traducción y difusión de la obra deDienes y
dirigió la edición de una colección de libros de texto destinados a la
educación primaria que estaban acompañados de guías didácticas.
Maria Rúbies
defendió un sistema educativo descentralizado, que permitiera dar respuesta a las
necesidades sociales y culturales de cada uno de los
pueblos del Estado español. Cuando el Estatuto
de Cataluña reconoció como propia la lengua catalana y aceptó también la cooficialidad
de la lengua castellana, Maria Rubiés promovió la formación entre el profesorado del
estudio de la lengua y la cultura catalana.
Actuó
siempre con valentía y realismo, con un gran respeto por quienes pensaban de manera
diferente, con un compromiso moral y ético puesto al servicio de la
reconstrucción de su país, tan maltrecho después de una guerra civil y de una
dictadura que había minado la identidad de
Cataluña y su iniciativa cultural y económica. Dedicó muchos esfuerzos a defender
el uso de la lengua catalana en la escuela, en la
educación en general y en los diferentes ámbitos de la vida social.
Su inquietud
la llevó a trabajar en distintos tipos de escuela, en instituciones sociales y educativas
diferentes y en ámbitos de la vida política
también diversos. Esta gran amplitud de campos de actuación, junto a su manera
personal de llevar adelante sus proyectos, ayudan a explicar el
alcance y la importancia que adquiriera su imagen de mujer, de educadora y de ciudadana.
Diccionari Biogràfic de Dones: Maria Rúbies
Maria Rúbies i la pedagogia que ens convé (Josep Varela, Revista Fundació Relleu, gener-març 2006)
Homenatge a Maria Rúbies (Consell Escolar de Catalunya 1997)
Maria Rúbies, Una revolucionària en l'impuls d'un nou sistema educatiu obert, actiu i català (Revista Sapiens, 29/03/2013)
Dones pedagògues (calendari Generalitat de Catalunya 2001)
Maria Rúbies i la pedagogia que ens convé (Josep Varela, Revista Fundació Relleu, gener-març 2006)
Homenatge a Maria Rúbies (Consell Escolar de Catalunya 1997)
Maria Rúbies, Una revolucionària en l'impuls d'un nou sistema educatiu obert, actiu i català (Revista Sapiens, 29/03/2013)
Dones pedagògues (calendari Generalitat de Catalunya 2001)
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