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viernes, 20 de febrero de 2015

Lynne Cohen en busqueda del vacío interior

Fue una de las fotografas más importantes del siglo, sus obras a veces divertidas, otras veces inquietantes tienen siempre el mismo protagonista: el vacio. Y lejos de tener una obra plana y monotona sus fotografias vacias estan llenas de contenido, social, político, crítico y poético...¿te animas a adentrarte en el fascinante mundo de Lynne Cohen?
Lynne Cohen nació en Wisconsin, donde estudió obra gráfica y escultura en la Universidad. Se afincó en Canada hacia 1973 donde vivia y trabajaba hasta su muerte, el pasado 12 de mayo de 2014.

Cohen era conocida por sus fotografías de los espacios interiores domésticos e institucionales, que han incluido las salas de estar, salas públicas, residencias de ancianos, laboratorios, oficinas, salas de exposiciones, campos de tiro, fábricas, balnearios, y las instalaciones militares. A pesar de este interés en vivir y trabajar los espacios, las fotografías de Cohen son por lo general carecen de la presencia humana. Ella fotografió usando una "cámara de 8 x 10 punto de vista, lo que le permite capturar gran detalle, y crear impresiones de gran tamaño. Su trabajo ha sido publicado en los catálogos como territorio ocupado (1987) y en tierra de nadie (2001).
 
Recording Studio, n.d., gelatin silver print (with text on mat), ed. of 20, 111 x 128 cm.
La sencillez y la ausencia de artificio convierten en inquietantes e irreales las imágenes de Lynne Cohen. Lleva cuatro décadas fotografiando desolados "paisajes interiores", escenarios de uso humano pero en los que sistemáticamente evita la presencia humana. Los retrata con luces sencillas, buscando las simetrías de la escena y sin artificio alguno en la imágenes que expone la fundación Mapfre. La naturalidad formal y la sobriedad compositiva dotan de una calidad fantasmagórica a despachos, domicilios, salones, vestíbulos, oficinas, tiendas, fábricas o laboratorios en los que no hay rastro de personas. O sí. El espectador no puede dejar de preguntarse qué está pasando, quiénes son los fantasmales y ausentes habitantes de esos lugares solitarios que, a fuer de auténticos, parecen decorados.



Cohen fotografía sus escenarios sin modificarlos de ninguna manera. Son espacios reales en los que el espectador tiene la impresión de estar ante una puesta en escena. La gran escala de las fotografías invita a entrar en la imagen, escudriñarla y sacar una interpretación propia. "No sabría dónde colocar a las personas" dice la artista que retrata unos 'vacíos interiores' paradójicamente llenos de una persistente presencia humana. "Extrañamente, cuando más mundanos los espacios interiores, más inquietantes y desconcertantes" reconoce la fotógrafa, que sitúa su trabajo "entre Jacques Tati y Michel Foucault".
Lynne Cohen "Spa", 1999
Dye coupler print
"He estado preocupada por las estrategias formales dese que empecé a hacer fotografías en 1971. Me pareció entonces como ahora que mediante el empleo de recursos formales, de un modo sencillo podría tratar temas complicados, que se podrían introducir en el espectador de forma subliminal, en lugar de golpearlos con un impacto súbito" explica Cohen. "Parece que el más silencioso, más sobrio, incluso anónimo aspecto de mis fotos podría ser el más convincente" resume. "De hecho me llamó la atención como que el más simple de los medios de recuperar o documentar una parte del mundo, podría ser la mejor posibilidad de que la quintaesencia del sujeto saliese a la superficie, asumiendo que existe una", concluye. 
(fuente: Wikipedia, ABC)

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