Páginas

martes, 29 de marzo de 2016

Gunta Stölzl, la única profesora de la Bauhaus

Que el estudio de la Bauhaus resulta imprescindible para comprender el arte (y mucho más que el arte) de nuestro tiempo, es indudable. Por eso ha sido tratada con tanta frecuencia y detalle.
En muchos de estos trabajos se destaca uno de los valores fundamentales de la escuela: su carácter progresista y avanzado tanto desde el punto de vista formal como, sobre todo, ideológico.


Sin embargo, hasta fechas recientes no se ha investigado un aspecto tan trascendental en la vida de la Bauhaus como es el del papel de las mujeres. El libro de Ulrike Müller Mujeres de la Bauhaus y, más parcialmente, la exposición del Barbican titulada Art as Life, se han encargado de comenzar a ocuparse del asunto y a recuperar las figuras de unas creadoras realmente extraordinarias: Eileen Gray, Anni Albers, Gunta Stölzl, Marianne Brandt, Margaret Dambeck Ernst Göhl, Margaret Leischner, Ljuba Monastirsky, Gertrude Dirks, Lisbeth Oestreicher, Otti Berger, Lilly Reich, Benita Otte, Marguerite Friedlaender-Wildehain, Ilse Fehling, Alma Siedhoff-Buscher...


En su origen, la Bauhaus se planteó como una escuela en la que, entre otras cosas, se evitaría la marginación hacia las alumnas (eran muchos los centros de enseñanza artística de la época que prohibían el acceso de las mujeres y otros muchos imponían unas tasas de matrícula superiores a las de los alumnos). Walter Gropius, en su condición de fundador y primer director de la Bauhaus, escribió que en la escuela "no habría diferencias entre el bello sexo, y el sexo fuerte".
Alumnas del taller de tejido

Lo que no esperaban los rectores de la Bauhaus es que al abrirse la matrícula, fueran más las alumnas que los alumnos matriculados. Ante tal situación, adoptan una postura que evidencia un machismo alejado de las intenciones iniciales: reservan los talleres de pintura, escultura y, posteriormente, arquitectura, para los hombres. Las mujeres fueron derivadas hacia otros talleres que se consideran más "apropiados" para ellas: muebles, juguetes y, sobre todo, tejidos. El propio Gropius justificó esta actitud afirmando que las mujeres estaban más preparadas para el diseño en dos dimensiones, mientras que el diseño más complejo y espacial era más propio de los hombres.


Incluso hubo planteamientos más contrarios a la presencia activa de la mujer en la Bauhaus. Johannes Itten, uno de los maestros de taller considerados habitualmente como más radicales y modernos en sus planteamientos formales e ideológicos, se negó a tener alumnas por no considerarlas suficientemente capacitadas para seguir sus enseñanzas.

Así las cosas, la presencia de la mujer en la Bauhaus quedó reducida a ciertos talleres, a su presencia en las famosas fiestas de la escuela y, lo que es peor, a adoptar un papel secundario frente a los hombres. Sólo una mujer llegó a ser maestra en la Bauhaus, Gunta Stölzl, mientras que muchas de las creaciones que hoy sabemos que fueron realizadas por mujeres, se han atribuido tradicionalmente a sus profesores o compañeros hombres.

Gunta Stölzl




 
Adalgunde Stölzl, nació en Munich el 5 de marzo de 1897. Su padre dió a todos los hermanos una formación liberal, en consonancia con la pedagogía reformista del momento. Gunta estudió en uan escuela par señoritas de buena familia. En 1913 aprueba el examen para la universidad e ingresa en la EScuela de Artes y Oficios de Munich con la especialización de tejidos. Ingresa a la Bauhaus en 1919 tras leer el “Manifiesto de la Bauhaus” escrito por Walter Gropius. A diferencia de la mayoría de los estudiantes que se quedaban en la escuela solo tres meses, Gunta Stölzl permaneció 12 años, seis de ellos como estudiante. Se convirtió en una figura indispensable en muchos aspectos, por lo que el Consejo de Maestros le otorgo en 1925 un cargo después de seis años de su llegada a la Bauhaus, como Directora de Taller, previa elección democrática.


Los maestros en el tejado del edificio de la Bauhaus, de izquierda a derecha: Josef Albers, Hinnerk Scheper, Georg Muche, László Moholy-Nagy, Herbert Bayer, Joost Schmidt, Walter Gropius, Marcel Breuer, Wassily Kandinsky, Paul Klee, Lyonel Feininger, Gunta Stölzl y Oskar Schlemmer.

Gunta era una mujer exitosa, y se destacaba por su creatividad, tenacidad y capacidad de organización. Aun así, no contaba con la protección de ningún maestro.
En el semestre de 1926-1927 algunos grupos de estudiantes la aclamaron como líder, demostrando que las mujeres podían ser útiles en la Bauhaus.
En 1927 asume oficialmente la dirección de la sección de tejidos sin experiencia docente. Gunta contaba con la ayuda de Kart Wanke potenciando únicamente la vertiente práctica. 





Dado que la Bauhaus de Dessau anteponía la arquitectura a las demás disciplinas, el taller de tejidos tuvo que adaptarse al estilo constructivo contemporáneo y fundirse de forma discreta con el espacio. Es por esto que en este periodo escasearon las piezas artesanales.



Tapiz diseñado por Gunta Stölzl
Stölzl se convirtió en un símbolo que hacia pensar a las mujeres de la escuela que era posible progresar, para evitar el desánimo.
En 1929 se caso con el arquitecto Arieh Sharon, otro miembro de la Bauhaus, perdiendo su nacionalidad Alemana y volviéndose Palestina. 

En 1931 perdió su puesto tras que un grupo de estudiantes insatisfechos y apoyados por maestros simpatizantes de derecha comenzaran una campaña en su contra, lo que culmino con su despido y su abandono de la escuela.


Sus contactos en la Bauhaus no le sirvieron para encontrar un nuevo trabajo. Emigra a Suiza. En Zurich junto con Gertrud Preiswerk y Heinrich-Otto Hürlimann abre un pequeño taller de tejidos artesanales llamado S-P-H-Stoffe. Por la difícil situación de Europa, abandona su taller por razones económicas. Lo reabre con el nombre de S+H Stoffe.



En 1937 cuando termina  su colaboración de socios, se traslada a Florastrasse de Zurich. Se le concede el Diplôme Commémoratif en la Exposición Mundial de París. Se unió a la Gesellschaft Schweizer Malerinnen, Bildhauerinnen und Kunstgewerberinnen (sociedad de pinturas, esculturas y tejedoras suizas) y también a la Werkbund suiza.Trabaja hasta 1967 en Flora. Muere en Zurich el 22 de Abril de 1983.


 
Fuente: www.artecreha.com y Bauhaus 1919-1933. Magdalena Droste

Para saber más:

jueves, 17 de marzo de 2016

Descobrim-nos! Como reivindicar el trabajo de las mujeres



Para conmemorar el día 8 de marzo este año la Comissió del 8 de març Almenar preparamos una actividad fantástica a través de la cual pretendíamos visibilizar el trabajo de las mujeres al largo de la historia. Aunque las mujeres han trabajado durante toda la humanidad, la división del trabajo por sexos fue muy marcada hasta el siglo XX, con la primera Guerra Mundial y especialmente con la Segunda, las mujeres se incorporar a la industria y a los demás sectores  que tradicionalmente habían sido reductos masculinos. También empezan a conquistar ámbitos científicos y espacios públicos. 




Así pues, reivimdicamos figuras de diversos ámbitos, política, movimientos sociales, científicos, pedagogía, arte y literatura: Rosa Sensat, Clara Campoamor, Josefina Castellví o Maria Mercè Marçal son algunas de las figuras que recuperamos, por ser pioneras en sus respectivos campos y al mismo tiempo comprometidas con la lucha de los derechos de las mujeres. Pretendemos visibilizar también una genealogía que nos ha sido negada, y que desconocemos.






Queremos poner de manifiesto el desconocimiento de una genealogía femenina a través de un juego con el público tipo ¿quién es quién? en que cual a partir de unas fotografías que se repartieron al azar los asistentes al acto tenia que “ubicar” en un ámbito concreto estas figuras femeninas. Cuando estuvieron todas las fotos colocadas, se pasó a dar las soluciones, para descubrir que se habían acertado aproxidamente un 15% de las mujeres.

Para finalizar preparamos un photocall para rendir homenaje a Rosie the riveter y a todas las mujeres trabajadoras. Os dejo con algunas fotos:


miércoles, 2 de marzo de 2016

Mujeres y Apartheid (II): las Black Sash



Un año después de la creación de la Federación Sudafricana de Mujeres, aparecen las Black Sash un grupo de mujeres blancas de clase media que denunció y combatió el trato recibido por la población negra y les dio refugio y asesoramiento legal. Estas mujeres lucían en público una banda negra, y fue por ese motivo por el que las conocieron como las Black Sash (Bandas Negras). Sus orígenes se sitúan en torno a  1955-56, y des de entonces luchan contra la injusticia y la desigualdad en Sudáfrica. 

Manifestación de las Black Sash
Una tarde seis mujeres blancas de clase media se reunieron para tomar el te, y hablar sobre una propuesta de ley que consideraban peligrosa para la Constitución y que pretendían augmentar el número de seguidores del partido en el congreso favoreciendo la perdida del voto para las personal negras. Se hicieron llamar a si mismas Liga de la Mujeres en Defensa de la Constitución, y cubrieron una réplica de la constitución con una banda negra cuando la ley siguió adelante. A pesar del fracaso de su primera acción, continuaron utilizando las fajas negras, porque se consideraban de luto por la muerte de la constitución, adoptando el nombre de Black Sach y emprendiendo nuevas acciones denunciando la erosión de las libertades personales, la segregación racial y la ley de mano de obra inmigrante.

Manifestación en 1956
El 9 de agosto de 1956, tuvo lugar una de las manifestaciones más importantes en la historia de Sudáfrica. Promovida por las Black Sach y a la que se unieron más de 20.000 mujeres de la Federación de Mujeres Sudafricanas encabezadas por Lilian Ngoyi, Helen Joseph, Albertina Sisulu y Sophia Willians-De Bruyn. Fue una marcha multirracial hacia los edificios de la Unión en Pretoria, para entregar una petición al Primer Ministro, JG Strijdom. La petición consistían en derogar la Ley de pases de las mujeres sudafricanas. Durante la marcha hacia lo edificios de la Unión, las mujeres cantaban una canción de libertad:
“Wathint’ abafazi, Strijdom!”
“wathint’ abafazi, wathint’ imbokodo, uza kufa!”
Que se traduce como “Cuando golpeas a las mujeres, golpeas una roca, serás aplastado y morirás”. La frase “cuando golpeas una mujer, golpeas una roca” ha pasado a convertirse en un himno y a representar el coraje y la fuerza de la mujer en Sudáfrica. Esta fue la famosa “Marcha de las mujeres” que años más tarde se convertiría en el Dia Nacional de la Mujer Sudafricana
En 1958 las Black Sach abrieron su primera oficina en Ciudad del Cabo, en la que daban asesoramiento legal sobre vivienda, pensiones o detenciones y posteriores juicios. A esta le siguieron cinco oficinas más que se sufragaban con el mecenazgo de colaboradores/as. En 1959 se unieron a la campaña en contra del régimen agrícola.

En 1961 tubo lugar la primera conferencia de las Black Sach coincidiendo con la proclamación de la República africana, durante todo este año estuvieron protestando contra la segregación especialmente en bibliotecas y espacios públicos. 

Paradójicamente, hasta 1963 sola las mujeres blancas podían pertenecer a las Black Sash, pero a partir de ese año, todas las mujeres residentes en Sudáfrica podían pertenecer a la asociación. Durante el Aparheid estuvieron dando apoyo y asesorando a todos los ciudadanos y ciudadanas que requerían de sus servicios, y a partir de los años 90, cuando se empezaba a perfilar un nuevo país, participaron activamente en la elaboración de la nueva constitución, y doblaron sus esfuerzos en preparar a la población que accedía por primera vez al voto en décadas para las elecciones del nuevo gobierno en 1994.

En 1995 por su labor por los derechos y la lucha constatnte por las clases desfaborecidas, las Black Sash recibieron el reconocimiento de la Fundiacón Danesa por la Paz, y Nelson Mandela afirmó que fueron “la conciencia blanca durante los oscuros días del Apartheid”, durante el discurso que pronunció en 1990 con motivo de su liberación.
 
Las Black Sash fueron evolucionando y adquiriendo la estructura de organización no gubernamental que siguen manteniendo. Pero la esencia de las primeras fundadoras permanece vigente así como su trabajo de asesoramiento legal, gratuito y profesional para las personas desfavorecidas.