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miércoles, 13 de abril de 2016

Victorina Vila y la Escuela Minerva



A finales del siglo XIX la baja tasa de alfabetización femenina española, que se ha explicado por la menor escolarización de las niñas, se explica también por el muy diferente contenido del aprendizaje: las niñas escolarizadas lo eran dentro de un modelo que definía las labores de manos como la ocupación más idónea para las mujeres, por tanto, centraba en estas labores el aprendizaje femenino[i].

Escuela de niñas a final del siglo XIX


A principios del siglo XX aparece en España la “escuela nueva” o “escuela activa” una serie de movimientos pedagógicos de carácter progresista, críticos con la educación tradicional. Francisco Giner de los Ríos, Francesc Ferrer Guardia o Maria Montessori, fueron los principales representantes de esta tendencia en la península. Las propuestas de la Escola Nova se instalaron fuertemente en Cataluña donde fueron acogidas por la clase burguesa que aspiraba a una formación diferente y más de acuerdo con los principios que imperaban en Europa, y también con el sector más culto de la clase obrera, que, a través del anarquismo, aspiraba a una enseñanza que sirviera para transformar la sociedad y las relaciones sociales.





En este contexto nace el 19 de diciembre de 1883 en Albesa (Lleida), Victorina Vila Badia. Su padre era médico y su madre maestra, aunque no ejercía. Creció en un familia liberal y progresista. Y fue educada como sus hermanos, estudió música, bachillerato y maestra elemental en Lleida. Se especializó en música, tocaba el piano, la guitarra, y era una joven promesa del violonchelo, pero a consecuencia de una fractura en la mano izquierda tuvo que abandonar este instrumento. Formo parte del Orfeó Català, donde fue elegida como solista por su extraordinaria voz[ii].

Después de un tiempo en Barcelona, la familia se traslada de nuevo a Lleida, concretamente a Corbins, pueblo donde Victorina conocerá al joven Frederic Godás, un joven maestro con ideas muy adelantadas y un proyecto muy concreto, fundar en su ciudad natal, Lleida, un colegio de pedagogía moderna.
Ella era una mujer muy formada, con inquietudes y que estudiaba para ser maestra, y en el joven Godás encontró en ella una persona con quien compartir un proyecto de vida y de educación. Se casaron en 1903, y dos años después, con un hijo de un año, embarazada del segundo se sacó el título de maestra. En esa época esto supuso un acto escandaloso, que una mujer casada y embarazada se presentara a unos exámenes para obtener un título[iii].

Frederic Godàs y Victorina Vila
 
El 1 de febrero de 1906, el matrimonio fundó el Liceo Escolar, una escuela humilde, pero con múltiples proyectos y una gran inquietud pedagógica, y que fue la primera “Escola Nova Catalana” que hubo en Lleida. El Liceo Escolar ofrecía todos los grados posibles de educación en la ciudad: Des de primaria hasta secundaria, magisterio, música, gimnasia, comercio, francés, dibujo y escuela nocturna para adultos, un proyecto ambicioso que era una novedad en Lleida y de iniciativa laica privada[iv].

Liceo Escolar de Lleida

Las tasas de analfabetismo en la época eran muy altas, especialmente entre las niñas[v], este dato no pasó desapercibido para el matrimonio. Así que cinco años después de fundar el Liceo, cuando este ya se había consolidado como escuela de referencia en Lleida, Victorina y su marido pusieron en marcha un nuevo proyecto, la creación de la Escuela Minerva, con la que pretendían instruir a las niñas con una formación sólida para que ellas pudieran afrontar su propio futuro[vi]

La Escuela Minerva se inauguró el curso 1911-12, Victorina Vila era la directora de la escuela y contaba con un profesorado propio: Esperança Serra, Júlia Riera i Francisca Gómez. La Escuela Minerva mantenía los mismos principios pedagógicos que el Liceo, es decir, era un centro democrático donde la alumna era el motor activo del proceso de aprendizaje[vii]. Esto se conseguía a través de una estructura basada en la formación integral de la enseñanza científica, objetiva y rigurosa. La formación integral se centraba en aspectos de carácter intelectual, físico y ético. El espíritu humanístico inculcaba a las alumnas la responsabilidad y el civismo. La escuela además, igual que las escuelas tradicionales para niñas, enseñaba labores del hogar.


El éxito de las dos escuelas posibilitó que el matrimonio construyera un gran centro conjunto, y que reuniese todas las condiciones físicas y pedagógicas que necesitaba una Escuela Moderna. El nuevo edificio, de tres plantas, tenía mucha presencia y espectacularidad, no olvidemos que era una escuela privada, se inauguró en 1913. La escuela apostó por la coeducación y por una pedagogía nueva, científica, respetuosa, democrática y cívica, incluía los dos centros escolares (para niños y niñas) en el mismo recinto, lo cual resulto escandaloso para la sociedad leridana más conservadora, y aunque en realidad, era una escolarización separada, durante la primaria y mixta en el bachillerato, este hecho les supuso tener muchos detractores, especialmente entre el sector eclesiástico de la ciudad[viii]


Victorina Vila estaba al frente de este proyecto, ejercía como directora, maestra y profesora de música, pero también al frente de su familia, en doce años tubo nueve hijos, de los cuales sobrevivieron cinco. Y al cuidado de los internos, ya que en el centro escolar también había un internado, y cuando algunos de los alumnos enfermaban o necesitaban cuidados especiales, eran llevados a las estancias de la familia Godas Vila, donde eran atendidos como un hijo más. 

En 1916, la Mancomunitat de Catalunya otorgó cuatro becas para maestras privadas para poder asistir a un curso que impartía la Doctora Montessori en Barcelona[ix]. Victorina Vila obtuvo una de estas becas y realizó el curso, estaba al caso de las nuevas corrientes pedagógicas, y dispuesta a introducir innovaciones para mejorar la enseñanza para sus alumnas.

En 1920 el matrimonio viaja a Noruega para visitar escuelas e incorporar a la de Lleida los aspectos más interesantes, en Francia Frederic Godàs se pone muy enfermo y muere. Victorina Vila, con 37 años, se convierte en una viuda con 5 hijos, 500 alumnos y una gran deuda que afrontar.


Victorina entierra a su marido en Francia, y regresa a Lleida para hacerse cargo de la Escuela Minerva. El Liceo Escolar paso a ser dirigido por el amigo de la familia, el doctor Humbert Torres, ya que la legislación española prohibía a la mujer ser directora de una escuela masculina.

En 1921, y siguiendo con el espíritu de renovación pedagógica, Victorina Vila implanta el método Montessori en los cursos de párvulos.
En 1928, el abandono de Humert Torres i Antoni Sabater los pilares del Liceo Escolar des de la muerte de Godàs y las fuertes deudas económicas derivadas de la construcción del edificio son determinantes para que Victorina Vila decide dejar la escuela y dedicarse a sus hijos. Después de pensarlo mucho, alquila el edificio a Mosén Montaner, que era el director de la Escola Verdaguer de Lleida. 
 
42 niños murieron en el bombardeo  al Liceu Escolar en 1937
El 2 de noviembre de 1937, Victorina fue a visitar a su hijo mayor que vivía en el edificio del Liceu Escolar, cuando nueve aviones italianos bombardearon la ciudad. Una bomba cayó en un ala del Liceu (tenía tres) en la que murieron 42 niños, un maestro, y varias personas que estaban en el edificio. El espectáculo de destrucción y muerte marcó profundamente a Victorina que decide abandonar Lleida.

Victorina Vila Badia

En 1939 junto con cuatro de sus hijos emprende el exilio hacia México, maestra, republicana, progresista, esposa de un maestro señalado, no le queda más remedio que huir, atrás deja el un proyecto de vida y también a un hijo enfermo, al que no volverá a ver.
Victorina Vila y la Escuela Minerva constituyeron un importante impulso a favor de la educación femenina en Lleida, sentaron las bases para una educación inclusiva, moderna y de calidad, para facilitar a las niñas una formación y una serie de herramientas que les sirvieran para valerse por sí mismas.

Victorina Vila y la Escuela Minerva (Youtube):




[i] Sarasúa, Carmen: Aprendiendo a ser mujeres: las escuelas de niñas en la España del siglo XIX. Cuadernos de Historia Contemporánea. Vol 24. 2002. Universitat de Barcelona. Pág. 281
[ii] VVAA: Lleida és femení. Dones per a la historia. Pàg 85
[iii] Op cit. 86
[iv][iv] VVAA. Dones de Lleida, de la Restauració a la Guerra Civil. Lleida. 2010. Pag. 77
[v] L’any 1900 la tasa de alfabetización femenina rondaba el 33% respecto al sector masculino que rondaba el 55%. Narciso de Gabriel: Alfabetización y escolarización en España (1887-1950). Revista de Educación, núm. 314 (1997) pags. 217-243.
[vi] Op cit. 87
[vii] Aisa, Ferran: El Liceu Escolar de Lleida (1906-1937). Ed. Fonoll, 2013. Pág. 30
[viii] Op cit. 89
[ix] Milagros Saiz i Dolors Saiz: La estancia de Maria Montessori en Barcelona: la influencia de su método en la pedagogía catalana. Revista de Historia de la Psicología. Vol. 26, núm. 2-3, págs. 203

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