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jueves, 21 de septiembre de 2017

Sonita, la rapera afgana que lucha contra el matrimonio infantil

Sonita Alizadeh es una rapera y activista que lucha para abolir el matrimonio infantil, su historia como el de muchas niñas afganas es dura y triste, y te conmueve especialmente si tienes hijas... pero la suerte se cruzó con ella, y ahora su voz y su música sirven para reivindicar los derechos de las niñas y para luchar contra la injusta tradición de vender a la hijas y concertar matrimonios no deseados.

Sonita Alizadeh

En una entrevista explicaba que la intentaron vender dos veces: “La primera tenía 10 años, aunque sólo fui consciente de ello años después. Recuerdo que me vistieron con ropa nueva, me maquillaron y me llevaron junto de un chico. Para mí era como un juego. No estaba triste ni nerviosa, porque no entendía lo que estaba ocurriendo. Años más tarde me di cuenta de que ya debería estar casada y eso me chocó. No sé muy bien qué pasó pero, afortunadamente, el matrimonio no llegó a realizarse”. La segunda vez fue seis años más tarde, su hermano quería casarse y debería pagar por su novia una suma de dinero que no tenía. La solución era casar a Sonita y utilizar su dote para comprar su mujer…

Aunque nació en Afganistán, Sonita se crio en Teheran, la capital de Irán, donde su familia emigró escapando de la guerra. Al morir su padre la familia regresó y ella se quedó en la capital iraní con una hermana mayor. Sonita componía canciones, que iba anotando en un bloc de papel, las guardaba con celo, esperando saber qué hacer con ellas.
Su condición de refugiada y sin documentos, hizo que no tuviera acceso al sistema educativo iraní. Pero gracias a una ONG dedicada a la protección de niños y niñas en su misma situación, pudo empezar a trabajar como portera en el centro de la ONG y asistir a clases, talleres de teatro y música. En este centro conoció Rokshareh Ghaem Maghami (directora de cine) que quedó fascinada con su historia y decidió hacer un documental sobre ella, al mismo tiempo que buscaba unos estudios de grabación para Sonita.

Rokshareh Ghaem Maghami: “Me impresionó que alguien como ella, en una situación tan difícil, pudiera tener sueños tan grandes. Su situación era terrible: era pobre, vivía en una casa sin condiciones, no tenía estatus social ni identidad. Realmente, era como si no existiera. Y, sin embargo, estaba decidida a ser cantante”.


Cuando estaban rodando el documental, llego la segunda propuesta de matrimonio, la directora, no dudo en “comprar” tiempo para Sonita, y pago a su madre  dos mil dólares para que dejaré a la chica terminar el rodaje. Tras la noticia de su posible matrimonio, Sonita había escrito Novias en venta, una canción de rap que denunciaba la tradición afgana. Ghaemmaghami rodó el videoclip y lo subió a Youtube.


Dos semanas después de subirlo a YouTube, el vídeo ya tenía más de 8.300 visitas. “Al poco tiempo me llamó una mujer desde Estados Unidos, diciendo que pertenecía a la organización Strongheart Group y que tenía una beca para Sonita en la Wasatch Academy, una escuela de Utah. No podía creerme que su sueño estaba a punto de hacerse realidad”, recuerda la directora de cine.


Actualmente Sonita vive en Estados, donde estudia y se dedica a luchar por el fin del matrimonio infantil. Según datos de UNICEF, cada día, 39.000 niñas son obligadas a casarse a cambio de dinero para sus familias. “Mi madre no me iba a vender porque no me quisiera. Lo iba a hacer porque es la tradición, porque no conoce otra realidad y porque necesitaba el dinero. Ella se casó con 13 años”, explicaba Sonita en una entrevista.


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