Páginas

jueves, 17 de septiembre de 2015

Ethel Smyth, la Gran Dama del Imperio Británico




De la mano de una amiga y grácias a una iniciativa en Facebook para difundir la ópera, descubrí a esta gran mujer, Ethel Smyth, no fue difícil ubicarla ya que como sufragista británica que era, ya conocíamos a sus amigas de fechorías como Emmeline Pankhurst y las mujeres del WSPU, y también a la que fue su gran amor de vejez, Virginia Woolf, por la que perdió los papeles… todas ellas ayudan a ubicar a Ethel Smyth y su obra en un tiempo en el cual las mujeres no dudaron en rebelarse para conseguir su espacio en la sociedad patriarcal.


La "Gran Dama del Imperio Británico", Ethel Smyth, nació el 23 de abril de 1858 en Inglaterra, en el seno de una familia militar, dotada desde su más temprana infancia de una polifacética, curiosa y tenaz personalidad. 



 Compositora, directora, también prolífica escritora, Smyth supo desde muy joven imponerse ante la voluntad familiar y que le permitieran proseguir con sus estudios musicales formales. 

Sus primeros recuerdos como creadora se ubican en sus 12 años, cuando escribía dúos y acompañamientos que interpretaba junto a una de sus hermanas. 


Como su madre (pianista francesa), había heredado el admirable don de transportar y tocar de oído, y, finalmente y a pesar de los deseos de su padre, a los 19 años comenzó a estudiar en el Conservatorio de Leipzig, Alemania, en donde trabó amistad y se nutrió de influencias de músicos tales como Johannes Brahms, Clara Schumann, Edvard Grieg, Piotr Tchaikovsky, la hija de Mendelssohn Lili Wach y Gustav Mahler (que años más tarde consideró producir su ópera "The Wreckers" en la Ópera Estatal de Viena), entre otros.
En 1891 escribe su ópera prima, la Misa en Re (dedicada a Pauline Trevelyan, una de sus primeras amistades intensas y censuradas por la época), que es considerada hoy como una de sus obras más importantes. Su estreno se llevó a cabo en 1893, en el Royal Albert Hall bajo la dirección de Sir Joseph Barnaby.

En 1904, volvió a la carga con una ópera imponente, "The Wreckers", adaptada del libreto original francés por su único amante, Henry Brewster, quien murió antes de poder ver estrenada la obra y con quien sostuvo un extraño triángulo amoroso. Muchos críticos posteriores la consideraron como la gran obra maestra de la compositora. 

Hasta que no se estrenó en un teatro, muchos mecenas ofrecieron sus casas para hacer pequeñas representaciones de la obra, a las que asistieron empresarios, directores y posibles sponsors (entre ellos, la famosa Princesa de Polignac, conocida como Winnie, reconocida mecenas rodeada de artistas como Manet, Picasso, Proust, Colette, Cocteau... y también amante eventual de Ethel Smyth).
Compositora incansable, y a la vez defensora de la mujer como "música creadora", comenzó entonces y a partir de esta época una prolífica etapa de producción musical: escribió una gran variedad de música de cámara, óperas, corales, piezas vocales y música instrumental. Entre los años 1894 y 1925 escribió alrededor de seis óperas.

Curiosamente, por esta misma época, comienza también a explotar sus vetas de escritora: a lo largo de su vida escribió no menos de 10 autobiografías, algunos ensayos, cuentos, o simples diarios extensos, tal y como se acostumbraba en la época.

Su música, igualmente, es de estructura de rasgos clásicos, pero con las armonías más abiertas de comienzos del siglo XX, una orquesta intensa, exhuberante... ajena al decoro victoriano, tan ajena como sus sombreros y su notable presencia.
Emmeline Pankhurst
En 1910, Ethel conoció a Emmeline Pankhurst, la fundadora del Movimiento Sufragista Británico de Mujeres y Cabecilla militante de una muy bien organizada "Unión Política y Social de Mujeres" (WSPU).

Conmovida por los discursos de la líder (y habiendo iniciado con ella una relación de mutua inspiración romántica), Ethel escribió en 1911 la "Marcha de las Mujeres", que fue publicada con arreglos para voces mixtas y acogida con admiración entre las militantes feministas de aquel entonces. Durante una manifestación, ambas (junto a otras 100 manifestantes) fueron apresadas durante dos meses en la cárcel de Holloway... Ethel, enfervorizada, golpeó y rompió ventanas... hasta que fue finalmente arrestada. Allí fue que, aún bajo la cólera de la manifestación, dirigió su obra "Marcha de las Mujeres" desde su celda, entonando a viva voz los cánticos junto a las otras prisioneras, y sacudiendo burlona en el aire su cepillo de dientes. 

Durante varias oportunidades, recibió notorios reconocimientos a su quehacer artístico dentro de su país: fue distinguida primeramente en 1910 con un Doctorado Honorario de Música en la Universidad de Durham y más tarde, en 1926, honrada con el mismo título por la Universidad de Oxford.
En 1922, Smyth recibe el equivalente femenino a la caballería Dama del Imperio Británico (Dame of the British Empire), otorgado por sus logros, los más altos alcanzados alguna vez por una mujer

Ya más grande, mantuvo una producción artística dilatada, sin dejar por eso de componer grandes obras y de publicar sus libros (se dice que ya en 1910 estaba perdiendo su audición, y que, por eso, se dedicaba con más fruición a la producción de sus mémoires ). A la par, se mantuvo muy cerca del Círculo Literario de Bloomsbury, atendiendo muy a menudo a tertulias y reuniones de mujeres creadoras, y frecuentando a artistas como Sir Thomas Beecham, George Bernard Shaw, Edith Somerville, Radclyffe Hall, Vita Sachville-West, y algunos pares más de etcéteras (una extraña relación indirecta con Oscar Wilde). 

En los años ´30s, a sus ya setenta años, y aún rondando el grupo literario de Bloosmbury, Ethel revivió su fuego de pasión más intenso cuando conoció a la joven novelista y crítica Virginia Woolf, con quien mantuvo una retorcida y abundante correspondencia. Dos años antes la escritora había publicado Orlando.
Virginia Woolf
Ambas se dedicaron obras y se obturaron una a otra de reproches, abusos y demandas, hasta que la joven Woolf detuvo a la obsesionada Smyth de manera abrupta y violenta.
El 3 de Marzo de 1934 se organizó un Festival para conmemorar el setenta y cinco aniversario de Ethel. Sir Thomas Beecham dirigir las obras más extensas (una coral y otra orquestal): La Misa en Re y La prisión.

Durante los últimos años de su vida, volvió a componer numerosas obras más, varios volúmenes de libros. Hizo, además, varias transmisiones radiales y adaptaciones de su ópera cómica "The Boatswain´s Mate" para la BBC. 

Sin embargo, pese a los honores recibidos durante sus años más activos, a menudo solía faltarle el dinero, y en más de una oportunidad su amiga Violet tuvo que enviarle algunas libras para que su hermano pudiera visitarla estando enferma.Murió el 8 de Mayo de 1944 a los 86 años, en Surrey. 


"Soy la persona más interesante que conozco -declaró alguna vez en 1935-, y no me interesa si hay alguien más que piense lo mismo". Con esas palabras, la "Gran Dama" solía definirse a sí misma, con el temperamento cínico e inderrumbable que presentan los artistas que son vanguardia y fuego en su tiempo.

Para saber más:

Mujeres en la música: Ethel Smyth 

Ethel Smyth (Wikipedia)

Mujeres compositoras, la cara femenina de la música clásica (RTVE a la Carta)

Las compositoras a través de los siglos (Hágase la música. Clásica y ópera)

¿Por qué hay pocas mujeres compositoras? (Muy Historia) 

Música clásica y mujers (Blog)


Álvarez Cañibano, Antonio; González Ribot, Mª José; Gutiérrez Dorado, Pilar V.; Marcos Patiño, Cristina: Compositoras españolas: La creación musical femenina desde la Edad Media hasta la actualidad  . INAEM, Centro de Documentación de Música y Danza, Madrid, 2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gràcies per deixar el teu comentari.
Gracias por dejar tu comentario.