Mujer artista y latina, lo tiene todo para que pase desapercibida en el mundo del arte. Pero quizá, cumplir 100 años y seguir pintando, merece un poco de atención. De hechos en 2016 serà objeto de una retrospectiva en el Whitney Museum. Empezamos el año rindiendo homenaje a Carmen Herrera.
Carmen Herrera en 1947 |
Trabó amistad con Jean Genet y Barnett Newman. Frecuentó los círculos
artísticos de Josef Albers, Jean Arp, Willem de Kooning o Mark Rothko.
Conoció a algunos de los grandes tótems de la creación del siglo XX en
un apasionante periplo vital que la llevó a La Habana, París y Nueva
York, sin dejar de pintar bajo el influjo de las vanguardias. Pero solo
cuando cumplió 89 años vendió su primera obra de manera profesional.
El éxito sobrevenido, sin embargo, no parece perturbar demasiado a esta creadora cubana nacida en La Habana. En todo caso, Herrera reconoce que el éxito ayuda a no perder el ímpetu para seguir pintando en una producción que atraviesa la “historia de la abstracción, la arquitectura, el minimalismo estadounidense y latinoamericano y el concretismo cubano”, explica Nicholas Logsdail, director de la galería Lisson, que acaba de exhibir sus cuadros en la feria londinense de Frieze. La galería de Logsdail estrenará el próximo año un nuevo espacio en la Gran Manzana con obras suyas.
Carmen Herrera pudo vivir desahogadamente en su juventud gracias una pensión
del Gobierno cubano por ser hija de un héroe nacional. Su padre,
Antonio, luchó en la Guerra de la Independencia (1895-98) contra su
propio progenitor, que era coronel del Ejército español. Más tarde,
Antonio fundó el periódico El Mundo en La Habana, que sería
clausurado por Fidel Castro. Su madre, Carmela, fue periodista y pionera
del movimiento feminista de la isla caribeña. Su tío fue el cardenal
Herrera Oria.
Cambió su vida cuando en 1939 conoció a su gran amor en La Habana, Jesse Loewenthal, con quien estuvo casada 61 años, hasta su muerte en el 2000. No tuvieron hijos. La joven pareja se marchó en 1948 a París y pasó allí cinco años, un periodo fundamental para el crecimiento artístico de la artista, que ya había vivido con anterioridad en la capital francesa. El resurgimiento en el París de la posguerra de la abstracción y del “arte degenerado”, como lo llamaban los nazis, la marcó definitivamente.
Conocer a Ella Fontanals-Cisneros, coleccionista cubana y fundadora del museo CIFO en Miami, también ayudó al reconocimiento. La coleccionista le compró a la artista, de entrada, nueve obras en 2002. En ese momento, Fontanals-Cisneros quiso donar una a la Tate Modern, que al principio no la quería recibir. “Confíen en mí, esta señora va a tener éxito y ustedes no van a poder comprar su obra; me lo van a agradecer”, les dijo Cisneros, según su propio relato. La cotización de una obra de Herrera puede oscilar entre los 13.600 euros (15.000 dólares) y los 453.000 euros (medio millón de dólares). Sus cuadros forman parte de las colecciones del MoMA, Whitney, Walker Art Center, Smithsonian Museum, Museo del Barrio y Hirschorn Museum, además de la Tate Modern.
Admiradora de la arquitectura de El Escorial y de Zurbarán, revela que su secreto para llegar al siglo son la suerte, el destino y no pensar mucho en ello. En sus tiempos “el reconocimiento no era gran cosa; es sobre todo un fenómeno contemporáneo”, apunta. No habla de arte, solo le interesa producirlo, y hacer lo que le gusta: “Tengo una edad. Si no me puedo tomar un whisky cuando me da la gana, ¿cuándo me lo tomo?”, se pregunta risueña.
(Fuente: Una artista de éxito a los 100 años. Cultural el País)
Galeria Lisson: Carmen Herrera
Pinterest: Carmen Herrera
Carmen Herrera tomando el te con su marido en su estudio de París, 1950. |
El éxito sobrevenido, sin embargo, no parece perturbar demasiado a esta creadora cubana nacida en La Habana. En todo caso, Herrera reconoce que el éxito ayuda a no perder el ímpetu para seguir pintando en una producción que atraviesa la “historia de la abstracción, la arquitectura, el minimalismo estadounidense y latinoamericano y el concretismo cubano”, explica Nicholas Logsdail, director de la galería Lisson, que acaba de exhibir sus cuadros en la feria londinense de Frieze. La galería de Logsdail estrenará el próximo año un nuevo espacio en la Gran Manzana con obras suyas.
Carmen Herrera delante de una de sus obras. |
Cambió su vida cuando en 1939 conoció a su gran amor en La Habana, Jesse Loewenthal, con quien estuvo casada 61 años, hasta su muerte en el 2000. No tuvieron hijos. La joven pareja se marchó en 1948 a París y pasó allí cinco años, un periodo fundamental para el crecimiento artístico de la artista, que ya había vivido con anterioridad en la capital francesa. El resurgimiento en el París de la posguerra de la abstracción y del “arte degenerado”, como lo llamaban los nazis, la marcó definitivamente.
Sin título, 1974 |
Conocer a Ella Fontanals-Cisneros, coleccionista cubana y fundadora del museo CIFO en Miami, también ayudó al reconocimiento. La coleccionista le compró a la artista, de entrada, nueve obras en 2002. En ese momento, Fontanals-Cisneros quiso donar una a la Tate Modern, que al principio no la quería recibir. “Confíen en mí, esta señora va a tener éxito y ustedes no van a poder comprar su obra; me lo van a agradecer”, les dijo Cisneros, según su propio relato. La cotización de una obra de Herrera puede oscilar entre los 13.600 euros (15.000 dólares) y los 453.000 euros (medio millón de dólares). Sus cuadros forman parte de las colecciones del MoMA, Whitney, Walker Art Center, Smithsonian Museum, Museo del Barrio y Hirschorn Museum, además de la Tate Modern.
Sin título, 2013 |
Admiradora de la arquitectura de El Escorial y de Zurbarán, revela que su secreto para llegar al siglo son la suerte, el destino y no pensar mucho en ello. En sus tiempos “el reconocimiento no era gran cosa; es sobre todo un fenómeno contemporáneo”, apunta. No habla de arte, solo le interesa producirlo, y hacer lo que le gusta: “Tengo una edad. Si no me puedo tomar un whisky cuando me da la gana, ¿cuándo me lo tomo?”, se pregunta risueña.
(Fuente: Una artista de éxito a los 100 años. Cultural el País)
Galeria Lisson: Carmen Herrera
Pinterest: Carmen Herrera
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