jueves, 31 de enero de 2013

Asunción Cruañes Molina

Os recomiendo este breve articulo sobre Asunción Cruañes, dirigente socialista y pionera del movimiento feminista en España. Desde Mujeres del Mediterraneo le dedican este homenage:

Asunción Cruañes

mujer del mediterraneo: Asunción Cruañes Molina:  Asunción Cruañes Molina (n. Jávea, Alicante, 1925- Alicante, 2012),  es una histórica dirigente socialista alicantina y pionera en e...

Para saber más:


Sin ellas no hay democracia

El movimiento feminista en España en los años 70. Carmen Martínez, Purificación Gutiérrez y Pilar López (ed).Cátedra, Instituto de la Mujer 2009.


El Largo camino hacia la igualdad : feminismo en España 1975-1995 : [catálogo de la exposición].
Peu d'impremta    [Madrid] : Ministerio de Asuntos Sociales, Instituto de la Mujer, 1995.

viernes, 25 de enero de 2013

FLORA TRISTÁN, precursora del feminismo, escritora y pensadora

"El nivel de civilización a que han llegado diversas sociedades humanas está en proporción a la independencia de que gozan las mujeres".




Flora Tristán
 
Flora Tristán, precursora del feminismo, quien con mente lúcida y adelantándose a su época reclamó la participación de la mujer en todos los niveles e instancias de la sociedad a fin de lograr su liberación e igualdad.


BIOGRAFIA:



Flora Tristán nació en París el 7 de abril de 1803, en plena época napoleónica. Era hija del coronel Mariano Tristán y Moscoso, aristócrata peruano y de una dama francesa llamada Anne-Pierre Laisnay. 
Tuvo una primera infancia de lujo, y su casa era visitada por personajes importantes, entre ellos el mismísimo Simón Bolivar.
 Sin embargo, su padre nunca la reconoció como hija legítima, y cuando este murió,la familia quedó prácticamente en la indigencia.

Flora y su madre regresaron a París, en 1818, y vivieron en la en uno de los barrios más pobres de la ciudad, en los alrededores de la Plaza Maubert.
Por eso desde muy joven Flora tuvo que ponerse a trabajar. Con los pocos conocimientos de pintura que había aprendido, Flora ingresa como colorista en el taller de litografía de André Chazal, quien se enamora perdidamente de la joven obrera. Flora, presionada por su madre, acepta casarse para salir de la pobreza.



Flora Tristán



 Pese a todo fue un matrimonio desgraciado que se disolvió años después a causa de los celos y los malos tratos. Decepcionada del matrimonio, en 1825 abandonó el hogar, dejó a sus hijos al cuidado de su madre y se empleó como doncella de una familia inglesa. Gracias a eso tiene la oportunidad de viajar a Suiza, Alemania e Inglaterra. En esta epoca tuvo problemas por su situación legal, ya que abandonar el hogar era considerado ilegal en esa epoca, y su marido André Chazal la perseguía, e incluso llegó a agredirla en plena calle.

En 1833 decide viajar a Perú con el fin de reclamar la herencia paterna y esclarecer todo lo relacionado con su situación familiar. Todo este periodo quedó reflejado en su obra Peregrinaciones de una Paria (1837) donde recoge, con un auténtico sabor romántico, sus impresiones durante el viaje a Lima y Arequipa.



Flora Tristán



De regreso a Francia a principios de 1935, Flora Tristán dio inicio a un periodo de su vida marcado por una intensa actividad política y literaria.  Aprovecha para informarse y educarse, y hacerse de una cultura que le permita dar la batalla intelectual en favor de la mujer y la justicia que es su nuevo designio. Sus campañas a favor de la emancipación de la mujer, los derechos de los trabajadores y en contra de la pena de muerte, la convirtieron en una figura reconocida y muy querida, tanto en ambientes intelectuales como obreros.



La publicación de Peregrinaciones de una paria en 1837, fue recibido con gran éxito, e hizo de Flora una persona muy conocida, que frecuentaba los salones y se codeaba con intelectuales, artistas y políticos de renombre. Incapaz de resistir la humillación de ver a su mujer triunfar de este modo, André Chazal intenta asesinarla en plena calle, disparándole a bocajarro, aunque por suerte solo consiguió herirla. Él fue condenado a veinte años de carcel, y al menos así pudo Flora quitárselo de encima.




Su siguiente proyecto, Paseos por Londres (1840)un libro sobre el Londres de la pobreza y la explotación, la cara oculta de la Revolución Industrial y del capitalismo victoriano. Viajó a la capital británica para documentarse, y estuvo cuatro meses visitando talleres, prostíbulos, barrios marginales, fábricas, manicomios, cárceles, mercados de cosas robadas, asociaciones gremiales, etc. También, para contrastar, estuvo en el Parlamento británico, en las carreras hípicas de Ascot o en algunos clubes aristocráticos.
 Llega a decir que "la esclavitud no es a mis ojos el más grande de los infortunios humanos desde que conozco el proletariado inglés".
De forma significativa el libro fue silenciado en la prensa burguesa, y sólo mereció reseñas en las publicaciones obreras. La razón es que Flora comenzaba a poner el dedo en la llaga de una sociedad enferma, y ello significaba enfrentarse con terribles enemigos.
 
El proyecto político de Flora Tristán lo expondría en su libro La Unión Obrera (1843), para cuya publicación debió recurrir a una colecta entre sus amistades y gente afín a sus ideas. Busca que su libro sea parte del plan para organizar a la clase obrera en una gran organización internacional, una “Unión universal de obreros y obreras”.



Flora Tristán




Los dos últimos años de la vida de Flora Tristán fueron de una actividad incesante, volcada a hacer realidad su proyecto unionista. Su piso de la Rue du Bac se llenaba de obreros y dirigentes de mutuas y gremios, y se celebraban interminables reuniones. También pudo comprobar como entre los propios obreros abundaban los prejuicios burgueses y las actitudes machistas, algo que trató de cambiar con toda su energía.
En abril de 1844 inició una gira propagandística por el centro y el sur de Francia, que en su proyecto debía ser sólo la primera parte de un recorrido por las otras regiones del país y luego por toda Europa.
Desgraciadamente su cuerpo ya estaba debilitado por la enfermedad y su estado de fatiga se acrecienta en cada etapa, a lo que se añadía la hostilidad de las autoridades. En algunas ciudades tuvo problemas con la policía que la vigilaba de cerca, pues la consideran una sediciosa.



Flora Tristán



Enferma gravemente en Montpellier, donde permanió cerca de dos meses. Allí se entera de que va a ser desalojada de su casa en París, pues la culpan de ser la instigadora de una huelga obrera. Tiene una nueva recaída en Burdeos, y en esta ciudad del sur de Francia muere el 14 de noviembre de 1844.

FLORA Y EL FEMINISMO:
 
Deja una obra inédita, La emancipación de la mujer, publicada postumamente en 1846.
Su vida estuvo llena de vivencias que fueron un estímulo para la reflexión y la acción, y que hicieron de ella un precedente del feminismo moderno.
El feminismo de Flora Tristán se engarza en los ideales de la Ilustración, y por lo tanto sus reivindicaciones presuponen la idea de que todos los seres humanos nacen libres, iguales y con los mismos derechos. Pero manteniendo la continuidad con el pensamiento de autoras anteriores, como Mary Wollstonecraft, Flora Tristán va un paso más allá, imprimiendo a su feminismo un giro de clase que en el futuro daría lugar al feminismo marxista.
Para Flora la situación de las mujeres se deriva de la aceptación del falso principio que afirma la inferioridad de la naturaleza de la mujer respecto a la del varón. Este discurso ideológico, hecho desde la ley, la ciencia y la religión, siempre al servicio de las clases dominantes, margina a la mujer de la educación racional y la destina a ser la esclava de su amo-marido.
Hasta aquí el discurso de Flora es similar al del sufragismo, pero el giro de clase comienza a producirse cuando indaga en las causas de esta marginación de las mujeres. Así, la exclusión de las mujeres en el ambito educativo tiene causas económicas: no se envía a las niñas a la escuela "porque se le saca mejor partido en las tareas de la casa, ya sea para acunar a los niños, hacer recados, hacer la comida, etc"
Ideologicamente se emparentaba con las corrientes críticas de su época, las que comunmente se engloban dentro del socialismo utópico, aunque teorizando ya sobre la necesidad de una unión obrera, es decir, de un partido obrero. El propio Karl Marx le reconoció su carácter de “precursora de altos ideales nobles”.
Flora dirige su discurso al análisis de las mujeres más desposeídas, de las obreras, y aquí hace obsevacones muy interesantes. A su juicio el trato injusto y vejatorio que sufren estas mujeres desde que nacen, unido a su nula educación y la obligada servidumbre al varón, genera en ellas un carácter brutal e incluso malvado. Para Flora, esta degradación moral reviste la mayor importancia, ya que las mujeres, en sus múltiples funciones de madres, amantes, esposas, hijas, etc, lo son todo en la vida del obrero, e influyen a lo largo de toda su vida. Esta situación "central" de la mujer no tiene su equivalente en la clase alta, donde el dinero puede proporcionar educadores y sirvientes profesionales y otro tipo de distracciones.
En consecuencia, educar bien a la mujer obrera supone el principio de la mejora intelectual, moral y material de toda la clase obrera, mujeres y hombres. Flora, como buena socialista confía enormemente en el poder de la educación.
En La Unión Obrera señala que "todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer".

CURIOSIDADES:

Flora y André tuvieron tres hijos. Uno de ellos, Aline Marie, será la futura madre del pintor impresionista Paul Gauguin.

Autoretrat de Paul Gauguin
Fue la primera en proclamar: “¡Trabajadores del mundo, uníos!”. Poco tiempo después Karl Marx consiguió darle forma y soporte teórico a esta idea con la publicación del Manifiesto Comunista.

 
Con solo 41 años y rodeada de muchos de sus seguidores. Fue enterrada en el cementerio de los Cartujos de Burdeos. Y los obreros que la acompañaran hasta el último momento, organizaron una colecta para erigirle un monumento.
Monumento funenrario a Flora Tristan

jueves, 17 de enero de 2013

Dhuoda, madre, escritora, teóloga y condesa

 Dhuoda, Condesa de Barcelona y Duquesa de Septimania, vivió en el siglo IX. De alta cuna, y con una gran formación, ella es un buen ejemplo del valor simbólico y material de la maternidad, del sufrimiento y de la angustia que puede padecer una madre quando se utiliza politicamente la maternidad. 

 


Separada de su hijo forzosamente, se vió obligada a escribir un manual, de lo que ella le habría enseñado de haber podio. Este tratado constituye un verdadero tratado de teologia moral y el primer tratado de pedagogía, basado en el amor de una madre por su hijo.


 
Dhuoda fue una dama de estirpe noble carolingia del siglo IX . Era hija de Sancho I López, duque de Gascuña, y de Aznárez de Aragon. Nacida en una familia de la alta nobleza a principios del siglo IX (c.810), la casaron el año 824 con Bernardo de Gothia, duque de Septimania y primo de Carlomagno.

El hijo de ambos, Guillermo de Septimania, nació en noviembre del 826. Poco después, Bernardo envió a su mujer a Uzes, en el sudoeste de Francia, donde parece haber pasado el resto de su vida, separada de su marido. Aprendió a vivir sola, a gobernar los campos, a pedir préstamos a cristianos y judíos para armar a su marido. En el 841 nació Bernardo, a quien el padre se llevó a la Corte a toda prisa, sin bautizar. Se trataba de la corte del rey Carlos el Calvo, donde quedó el niño como prueba de la lealtad de Bernardo hacia el rey.



Dhuoda, sola en su castillo, le escribió un manual de educación a su primogénito, el Manual para mi hijo, entre el año 841 y el 843, primer tratado pedagógico de la Edad Media. Este tratado, hoy de gran importancia histórica más que literaria, fue una manera de intentar mantener el vínculo con el hijo arrebatado. Constituye un verdadero tratado de teología moral para seglares, y es importante por ser la primera obra de este género escrita por una mujer. 



En el tratado le explica sus ideales religiosos y mundanos, "... se trata de un notable retrato de una dama digna y culta, golpeada, pero no abatida por las dificultades de la vida".
El manual expone muy claramente el doble sistema de valores que Dhuoda deseaba presentar a su hijo: el servicio a Dios, por una parte, pero también la adecuada defensa del ideal de una existencia noble en esta vida. Dhuoda insiste en que debe actuar noblemente, respetando los rangos y haciendo dádiva, pero mostrando también cortesía con todos, no sólo con sus iguales. 
Dhuoda está convencida de que esta conducta, cuando se combina con la devoción cristiana, le traerá tanto felicidad terrenal como la salvación eterna.


PARA SABER MAS:
  • Duoda, Manual per al seu fill. Introducció i traducció de Mercè Otero i Vidal, Barcelona, Proa-Clàssics del Cristianisme, 2004.
  • María-Milagros Rivera Garretas, “Dhuoda: La maternidad”, a Textos y espacios de mujeres (Europa,siglos IV-XV). Barcelona, Icaria, 1990, pp. 65-79.
  • Peter Dronke, “Dhuoda” en Las escrituras de la Edad Media, Madrid, Crítica, 1995, pp. 62-85.
  • Marie Mayeski, Dhuoda: Ninth Century Mother and Theologian, Hardcover, 2005.
  • Sonya A. Quitslund, “Dhuoda, Ninth Century Mother and Theologian”, a Theological Studies, (juliol, 2005).

    Para los pequeños de la casa:
    - Dhuoda / Maria Lluïsa Cunillera i Mateos ; ilustraciones de María Fidalgo Cifuentes ; translation by Laura Pletsch-Rivera (libro bilingüe español/inglés) 2011 .

 Diccionari biogràfic de Dones
Dhuoda, handbook for William (University of Nebraska Press) 
"Liber Manualis" un Espejo de Príncipes. Dhuoda de Uzés 
Historia de la edad media: liber-manualis Dhuoda Condesa de Septimania 

viernes, 11 de enero de 2013

Isadora Duncan y la revolución de la danza


Isadora Duncan pasará a la historia como una de las renovadoras de la danza contemporanea. Su estilo, muy discutido en su tiempo, supuso una revolución de la danza clásica tradicional. 

Su vida, su arte y su muerte, no dejaron indiferente ni a sus incondicionales, ni a sus detractores.  Pero la historia ha sabido darle el protagonismo que merecia y nosotros le damos voz.

Isadora fue una niña tímida que gustaba de jugar junto al mar, el que le inspiraría movimientos de manos y pies al compás de las olas. Esta influencia está reseñada en su Autobiografía que se publicara en 1927. 



La familia se mudó a Chicago cuando Isadora alcanzó la adolescencia, y allí estudió danza clásica, pero tras un incendio que dejó a la familia en la ruina, debieron mudarse a New York, donde la Duncan ingresó a la compañía teatral del dramaturgo Augustin Daly.
En 1899 Isadora convence a su hermana y madre para emigrar a Europa. En 1900 se trasladan a Londres y luego a París.

Durante la estancia en Londres, Isadora pasaba muchas horas en el Museo Británico, admirando las obras de los clásicos griegos, principalmente las figuras de los vasos decorados, de los que toma algunos elementos, como la inclinación de cabeza hacia atrás, similar a las bacantes. Es entonces que se consolida el estilo particularismo de la Duncan. Esta danza no se asemeja a los cánones tradicionales, donde incorpora movimientos que provienen de su visión filosófica de la vida, y que puede ligarse al expresionismo.
El estilo de Isadora implica una ruptura con la danza clásica, por lo que se siente como una revolucionaria. Mientras consolida su estilo, se dedica a estudiar la danza y literatura antiguas, por medio de los museos, en especial el Louvre (París), la Nacional Gallery y el Museo Rodin. Su temática solía referirse a la muerte o al dolor, pero al contrario que la danza clásica, gira en torno a héroes, trasgos, duendes. 


Las puestas en escena de la Duncan eran minimalista, algunos tejidos celestes o azules, sustituían a los decorados tradicionales. Su vestimenta era escandalosa para la época, apenas una túnica vaporosa que permitía adivinar el cuerpo, tan distintos del tutú y las zapatillas de puntas. Duncan bailaba descalza, sin maquillaje con el cabello suelto. Esta actitud le valió en reiteradas ocasiones, el abucheo del público.

Su vida personal y su arte estuvieron alejadas de lo convencional y de la moral y tradiciones. Estuvo casada con el poeta ruso Sergei Yesenin, que era 17 años menor que ella, quien la acompañó en un viaje por Europa. El matrimonio se arruinó por el alcoholismo y mal genio del poeta, quien regresó a Moscú al años siguiente, allí cae en una depresión que culmina con su suicidio el 28 de diciembre de 1925.
Isadora tuvo dos hijos, aunque no quiso revelar los nombres de los padres, se supo que fueron: el diseñador teatral Gordon Craig, y de Paris Singer (hijo del magnate de las máquinas de coser).
Trágicamente, sus hijos Deirdre y Patrick se ahogaron en el río Sena, en París, a raíz de un accidente automovilístico en 1913. Lo cual sumió a la bailarina en el alcohol y el exceso sexual. 

Isadora Duncan era bisexual y mantuvo romances con algunas mujeres conocidas en la época: la poeta Mercedes Acosta, la escritora Natalie Barney. También se le atribuyen relaciones con la actriz Eleonora Duse o Lina Poletti. 

La carrera de Isadora declinó hacia el final de su vida, lo que le ocasionó problemas económicos y la llevó a protagonizar escándalos sentimentales, y a presentarse alcoholizada en público. 

Vivió sus últimos años, alejada de su arte, endeudada, viviendo en hoteles entre París y la costa mediterránea. Sus amigos la convencieron para que escribiese su autobiografía, entre ellos, su amigo, el escritor Sewell Stokes, quien la conoció en el declive. Posteriormente, Stokes escribiría un libro sobre Duncan “Isadora, un retrato íntimo”
La autobiografía de Isadora se publicó en 1927. 


La muerte de Isadora fue trágica y esto contribuyó a crear el mito de la bailarina, pues no pudieron aclararse completamente los sucesos que la rodean. Murió en un accidente automovilístico en Niza, el 14 de septiembre de 1927, ahorcada por su propia chalina, cuando se enredó en la rueda del automóvil deportivo de un guapo mecánico italiano Benoit Falchetto. Su cuerpo fue cremado y sus cenizas fueron colocadas en el columbario del Cementerio de Père-Lachaise (París, Francia).

Curiosidades:


En el Panteón Nacional de San Fernando (o de los Hombres Ilustres), de México se encuentra una lápida con su nombre. En 1928, por decreto del presidente Porfirio Díaz (gran admirador suyo), se abrió un nicho especial en honor a la bailarina Isadora Duncan, en reconocimiento a sus aportaciones a la danza moderna mexicana.

Para saber más:
  • Mi vida (Isadora Duncan ; traducción de Luis Calvo)
  • Isadora Duncan : la bailarina del mar (Patricia Alonso de Agustín, Antonia Santolaya)
  • Isadora Duncan (Vidas y Biografias)