"El nivel de
civilización a que han llegado diversas
sociedades humanas está en proporción a la
independencia de que gozan las mujeres".
Flora
Tristán, precursora del feminismo, quien con
mente lúcida y adelantándose a su época
reclamó la participación de la mujer en todos
los niveles e instancias de la sociedad a fin de
lograr su liberación e igualdad.
BIOGRAFIA:
Flora
Tristán nació en París el 7 de abril de 1803,
en plena época napoleónica. Era hija del
coronel Mariano Tristán y Moscoso, aristócrata
peruano y de una dama
francesa llamada Anne-Pierre Laisnay.
Tuvo una
primera infancia de lujo, y su casa era visitada
por personajes importantes, entre ellos el
mismísimo Simón Bolivar.
Sin
embargo, su padre nunca la reconoció como hija legítima, y cuando este murió,la
familia quedó prácticamente en la indigencia.
Flora y su madre
regresaron a París, en 1818, y vivieron en la en
uno de los barrios más pobres de la ciudad, en
los alrededores de la Plaza Maubert.
Por eso
desde muy joven Flora tuvo que ponerse a
trabajar. Con los pocos conocimientos de pintura
que había aprendido, Flora ingresa como
colorista en el taller de litografía de André
Chazal, quien se enamora perdidamente de la joven
obrera. Flora, presionada por su madre, acepta
casarse para salir de la pobreza.
Pese a todo fue un
matrimonio desgraciado que se disolvió años
después a causa de los celos y los malos tratos. Decepcionada
del matrimonio, en 1825 abandonó el hogar, dejó a sus
hijos al cuidado de su madre y se empleó como
doncella de una familia inglesa. Gracias a eso
tiene la oportunidad de viajar a Suiza, Alemania
e Inglaterra. En esta
epoca tuvo problemas por su situación legal, ya
que abandonar el hogar era considerado ilegal en
esa epoca, y su marido André Chazal la
perseguía, e incluso llegó a agredirla en plena
calle.
En 1833
decide viajar a Perú con el fin de reclamar la
herencia paterna y esclarecer todo lo relacionado
con su situación familiar. Todo este
periodo quedó reflejado en su obra Peregrinaciones de una Paria (1837) donde recoge, con un auténtico sabor
romántico, sus impresiones durante el viaje a
Lima y Arequipa.
De regreso
a Francia a principios de 1935, Flora Tristán
dio inicio a un periodo de su vida marcado por
una intensa actividad política y literaria. Aprovecha para informarse y educarse, y hacerse de una cultura que le permita
dar la batalla intelectual en favor de la mujer y
la justicia que es su nuevo designio. Sus
campañas a favor de la emancipación de la
mujer, los derechos de los trabajadores y en
contra de la pena de muerte, la convirtieron en
una figura reconocida y muy querida, tanto en
ambientes intelectuales como obreros.
La publicación de Peregrinaciones de una paria
en 1837, fue recibido con gran éxito, e hizo de
Flora una persona muy conocida, que frecuentaba
los salones y se codeaba con intelectuales,
artistas y políticos de renombre. Incapaz de
resistir la humillación de ver a su mujer
triunfar de este modo, André Chazal intenta
asesinarla en plena calle, disparándole a
bocajarro, aunque por suerte solo consiguió
herirla. Él fue condenado a veinte años de
carcel, y al menos así pudo Flora quitárselo de
encima.
Su siguiente proyecto, Paseos por Londres (1840)un libro
sobre el Londres de la pobreza y la explotación,
la cara oculta de la Revolución Industrial y del
capitalismo victoriano. Viajó a la capital
británica para documentarse, y estuvo cuatro
meses visitando talleres, prostíbulos, barrios
marginales, fábricas, manicomios, cárceles,
mercados de cosas robadas, asociaciones
gremiales, etc. También, para contrastar, estuvo
en el Parlamento británico, en las carreras
hípicas de Ascot o en algunos clubes aristocráticos.
Llega a
decir que "la esclavitud no es a
mis ojos el más grande de los infortunios
humanos desde que conozco el proletariado inglés".
De forma
significativa el libro fue silenciado en la
prensa burguesa, y sólo mereció reseñas en las
publicaciones obreras. La razón es que Flora
comenzaba a poner el dedo en la llaga de una
sociedad enferma, y ello significaba enfrentarse
con terribles enemigos.
El
proyecto político de Flora Tristán lo
expondría en su libro La Unión
Obrera (1843), para cuya publicación
debió recurrir a una colecta entre sus amistades
y gente afín a sus ideas. Busca que su libro sea
parte del plan para organizar a la clase obrera
en una gran organización internacional, una
“Unión universal de obreros y obreras”.
Los
dos últimos años de la vida de Flora Tristán
fueron de una actividad incesante, volcada a
hacer realidad su proyecto unionista. Su piso de
la Rue du Bac se llenaba de obreros y dirigentes
de mutuas y gremios, y se celebraban
interminables reuniones. También pudo comprobar
como entre los propios obreros abundaban los
prejuicios burgueses y las actitudes machistas,
algo que trató de cambiar con toda su energía.
En
abril de 1844 inició una gira propagandística
por el centro y el sur de Francia, que en su
proyecto debía ser sólo la primera parte de un
recorrido por las otras regiones del país y luego por toda Europa.
Desgraciadamente
su cuerpo ya estaba debilitado por la enfermedad y su estado de fatiga se
acrecienta en cada etapa, a lo que
se añadía la hostilidad de las autoridades. En algunas ciudades tuvo
problemas con la policía que la vigilaba de
cerca, pues la consideran una sediciosa.
Enferma
gravemente en Montpellier, donde permanió cerca
de dos meses. Allí se entera de que va a ser
desalojada de su casa en París, pues la culpan
de ser la instigadora de una huelga obrera. Tiene
una nueva recaída en Burdeos, y en esta ciudad
del sur de Francia muere el 14 de noviembre de
1844.
FLORA Y EL FEMINISMO:
Deja una obra inédita, La emancipación de la mujer, publicada postumamente en
1846.
Su vida
estuvo llena de vivencias que fueron un estímulo
para la reflexión y la acción, y que hicieron
de ella un precedente del feminismo moderno.
El
feminismo de Flora Tristán se engarza en los
ideales de la Ilustración, y por lo tanto sus
reivindicaciones presuponen la idea de que todos
los seres humanos nacen libres, iguales y con los
mismos derechos. Pero manteniendo la continuidad
con el pensamiento de autoras anteriores, como
Mary Wollstonecraft, Flora Tristán va un paso
más allá, imprimiendo a su feminismo un giro de
clase que en el futuro daría lugar al feminismo marxista.
Para Flora
la situación de las mujeres se deriva de la
aceptación del falso principio que afirma la
inferioridad de la naturaleza de la mujer
respecto a la del varón. Este discurso
ideológico, hecho desde la ley, la ciencia y la
religión, siempre al servicio de las clases
dominantes, margina a la mujer de la educación
racional y la destina a ser la esclava de su amo-marido.
Hasta
aquí el discurso de Flora es similar al del
sufragismo, pero el giro de clase comienza a
producirse cuando indaga en las causas de esta
marginación de las mujeres. Así, la exclusión
de las mujeres en el ambito educativo tiene
causas económicas: no se envía a las niñas a
la escuela "porque se le saca
mejor partido en las tareas de la casa, ya sea
para acunar a los niños, hacer recados, hacer la
comida, etc"
Ideologicamente
se emparentaba con las corrientes críticas de su
época, las que comunmente se engloban dentro del
socialismo utópico, aunque teorizando ya sobre
la necesidad de una unión obrera, es decir, de
un partido obrero. El propio Karl Marx le
reconoció su carácter de “precursora
de altos ideales nobles”.
Flora
dirige su discurso al análisis de las mujeres
más desposeídas, de las obreras, y aquí hace
obsevacones muy interesantes. A su juicio el
trato injusto y vejatorio que sufren estas
mujeres desde que nacen, unido a su nula
educación y la obligada servidumbre al varón,
genera en ellas un carácter brutal e incluso
malvado. Para Flora, esta degradación moral
reviste la mayor importancia, ya que las mujeres,
en sus múltiples funciones de madres, amantes,
esposas, hijas, etc, lo son todo en la vida del
obrero, e influyen a lo largo de toda su vida.
Esta situación "central" de la mujer
no tiene su equivalente en la clase alta, donde
el dinero puede proporcionar educadores y
sirvientes profesionales y otro tipo de distracciones.
En
consecuencia, educar bien a la mujer obrera
supone el principio de la mejora intelectual,
moral y material de toda la clase obrera, mujeres
y hombres. Flora, como buena socialista confía
enormemente en el poder de la educación.
En La Unión Obrera
señala que "todas las desgracias
del mundo provienen del olvido y el desprecio que
hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e
imprescriptibles del ser mujer".
CURIOSIDADES:
Flora y
André tuvieron tres hijos. Uno de ellos, Aline
Marie, será la futura madre del pintor
impresionista Paul Gauguin.
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Autoretrat de Paul Gauguin |
Fue la
primera en proclamar: “¡Trabajadores
del mundo, uníos!”. Poco tiempo después Karl
Marx consiguió darle forma y soporte teórico a
esta idea con la publicación del Manifiesto Comunista.
Con solo 41 años y rodeada de muchos de
sus seguidores. Fue enterrada en el cementerio de
los Cartujos de Burdeos. Y los obreros que la acompañaran hasta el último momento, organizaron una colecta
para erigirle un monumento.
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Monumento funenrario a Flora Tristan |