Sonita
Alizadeh es una rapera y activista que lucha para abolir el matrimonio
infantil, su historia como el de muchas niñas afganas es dura y triste, y te
conmueve especialmente si tienes hijas... pero la suerte se cruzó con ella, y
ahora su voz y su música sirven para reivindicar los derechos de las niñas y
para luchar contra la injusta tradición de vender a la hijas y concertar
matrimonios no deseados.
En
una entrevista explicaba que la intentaron vender dos veces: “La primera tenía
10 años, aunque sólo fui consciente de ello años después. Recuerdo que me
vistieron con ropa nueva, me maquillaron y me llevaron junto de un chico. Para
mí era como un juego. No estaba triste ni nerviosa, porque no entendía lo que
estaba ocurriendo. Años más tarde me di cuenta de que ya debería estar casada y
eso me chocó. No sé muy bien qué pasó pero, afortunadamente, el matrimonio no
llegó a realizarse”. La segunda vez fue seis años más tarde, su hermano quería
casarse y debería pagar por su novia una suma de dinero que no tenía. La
solución era casar a Sonita y utilizar su dote para comprar su mujer…
Aunque nació en Afganistán, Sonita se crio
en Teheran, la capital de Irán, donde su familia emigró escapando de la guerra.
Al morir su padre la familia regresó y ella se quedó en la capital iraní con
una hermana mayor. Sonita componía canciones, que iba anotando en un bloc de
papel, las guardaba con celo, esperando saber qué hacer con ellas.
Su condición de refugiada y sin
documentos, hizo que no tuviera acceso al sistema educativo iraní. Pero gracias
a una ONG dedicada a la protección de niños y niñas en su misma situación, pudo
empezar a trabajar como portera en el centro de la ONG y asistir a clases,
talleres de teatro y música. En este centro conoció Rokshareh Ghaem Maghami (directora de cine) que quedó fascinada con su historia y decidió
hacer un documental sobre ella, al mismo tiempo que buscaba unos estudios de
grabación para Sonita.
Cuando estaban rodando el documental, llego la segunda propuesta
de matrimonio, la directora, no dudo en “comprar” tiempo para Sonita, y pago a
su madre dos mil dólares para que dejaré
a la chica terminar el rodaje. Tras la noticia de su posible matrimonio, Sonita
había escrito Novias en venta, una canción de rap
que denunciaba la tradición afgana. Ghaemmaghami rodó el videoclip y lo subió a
Youtube.
Actualmente Sonita vive en Estados, donde estudia y se dedica a luchar por el fin del matrimonio infantil. Según datos de UNICEF, cada día, 39.000 niñas son obligadas a casarse a cambio de dinero para sus familias. “Mi madre no me iba a vender porque no me quisiera. Lo iba a hacer porque es la tradición, porque no conoce otra realidad y porque necesitaba el dinero. Ella se casó con 13 años”, explicaba Sonita en una entrevista.
Para saber más:
- Film Sonita de Rokhsareh Ghaemmaghami
- Sonita, una rapera afgana en venta (El Periodico)
- Sonita's director: why I paid $2000 to stop a rapper being sold into a forced marriage (The Guardian)
- UNICEF: Hojas informativas sobre el matrimonio infantil
- UNICEF: Poner fin al matrimonio infantil
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