Prolífica
escritora política, se manifestó claramente contra la represión jacobina y
contra Robespierre y Marat. Acusada de ser una realista reaccionaria fue
guillotinada el 3 de noviembre de 1793.
Sin
embargo, las obras de Olimpia de Gouges fueron a la vez profundamente
feministas y revolucionarias. Exaltada por las ideas de la Revolución Francesa,
publicó en septiembre de 1791 un manifiesto titulado La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana.
Tomando como modelo la Declaración de 1789, y aplicándolo de manera exhaustiva
a las mujeres, escribió el, hasta entonces, más brillante y radical alegato en
favor de las reivindicaciones femeninas.
Gouges
reclamó un trato igualitario de la mujer con respecto al hombre en todos los
aspectos de la vida, públicos y privados: el derecho de voto, de ejercer cargos
públicos, de hablar en público sobre asuntos políticos, de igualdad de honores
públicos, de derecho a la propiedad privada, de participar en el ejército y en
la educación e, incluso, de igual poder en la familia y en la Iglesia.
Su
nombre verdadero era Marie Gouze. Gouges, considerada una de las precursoras
del feminismo, escribió numerosas obras teatrales, además de novelas y
opúsculos político-sociales, y dirigió el periódico L' Impatient. Fundó la Société populaire de femmes, y en 1791
redactó, en respuesta a la Declaración de los Derechos del Hombre y el
Ciudadano (1789), la Declaración de los
Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, en la que Gouges reivindicaba la
igualdad de derechos de las mujeres. Adversaria de Robespierre, publicó la
carta Pronostic de Monsieur Robespierre pour un animal amphibie, por la que fue
acusada de de intrigas sediciosas y guillotinada.
En
este sentido, es necesario conocer y recordar que la revolución francesa dio
pautas para un nuevo sistema, proclamó la igualdad, la libertad y la
fraternidad como los pilares fundamentales del nuevo orden constituido o que
estaban por constituirse. Se dictó la ¨Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano¨ (1791). Sin embargo, Olimpia de Gouges, militante y protagonista
de la revolución fue guillotinada por sus compañeros de lucha por publicar la
¨Declaraciòn sobre los Derechos de la Mujer¨. En 1793, después de su muerte, se
prohibía toda clase de actividad.
Parafraseando
el gran documento programático de la revolución, Olimpia de Gouges denunciaba
que la revolución hubiera olvidado a las mujeres en su proyecto igualitario y
liberador.
Así
afirmaba que la "mujer nace libre y debe permanecer igual al hombre en
derechos" y que "la Ley debe ser la expresión de la voluntad general;
todas las Ciudadanas y los Ciudadanos deben contribuir, personalmente o por
medio de sus representantes, a su formación".
"Los
representantes del pueblo francés, constituidos en Asamblea Nacional,
considerando que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos del
hombre son las únicas causas de los males públicos y de la corrupción de los
gobiernos (...) reconocen y declaran (...) los siguientes derechos del hombre y
del ciudadano.
Las
madres, las hijas y las hermanas, representantes de la nación, piden ser
constituidas en Asamblea Nacional. Considerando que la ignorancia, el olvido o
el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de las
desgracias públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer
en una solemne declaración los derechos naturales, inalienables y sagrados de
la mujer (...)"
El
programa de Olimpia de Gouges era claro: libertad, igualdad y derechos
políticos, especialmente el derecho de voto, para las mujeres.
Sin
embargo, el planteamiento feminista no era compartido por los varones que
dirigían la revolución, incluso entre los más radicales de ellos.
"Los
enragés (facción más radical de los
revolucionarios) no se habían atraído solamente a los más revolucionarios de
los sans culottes parisinos, también se habían atraído a su órbita a las
mujeres más revolucionarias.
En
1793 crearon la "Sociedad de las Republicanas Revolucionarias" (...)
En su entusiasmo, unas llegaron a vestir la escarapela tricolor sobre su
peinado y otras, el gorro frigio e, incluso, el pantalón rojo. Pero la fuerza
de sus enemigos fue tal que fracasaron en sus empeños. Uno de ellos, Chaumette,
misógino notorio, llegó a decir: ¿Desde cuando le está permitido a las mujeres
abjurar de su sexo y convertirse en hombres? ¿Desde cuando es decente ver a
mujeres abandonar los cuidados devotos de su familia, la cuna de sus hijos,
para venir a la plaza pública, a la tribuna de las arengas (...) a realizar
deberes que la naturaleza ha impuesto a los hombres sólamente?"
Grabado sobre la muerte de Olympe de Gouges |
La
muerte de Olimpia de Gouges, a quien le cortaron la cabeza por haber osado
creer y exigir que los derechos que la Revolución Francesa había ganado para
los hombres libres y ciudadanos fuesen aplicados también para las mujeres, que
por cierto no eran ciudadanas, es un ejemplo de la consecuencia práctica de la
construcción androcéntrica de los Derechos.
En
este sentido, es legítimo preguntarnos por qué si en teoría los Derechos
Humanos son intrínsecos al "ser" humano, los derechos de las mujeres
y de otros sectores de la sociedad eran entonces y son aún percibidos, tanto
por los hombres como por las mujeres, como otro tipo o clase de derechos,
distintos y en otra categoría que los derechos contemplados dentro del conjunto
de los derechos humanos.
(Fuente:
GUÉRIN, D.La lucha de clases en el
apogeo de la Revolución Francesa, 1793-1795 Madrid, 1974, Alianza
Editorial)
La
comprensión de la condición femenina no avanzó mayormente con el desarrollo del
capitalismo, pues si bien Condorcet apunta a señalar su raíz social al decir:
Se ha dicho que las mujeres...carecían del sentimiento de justicia, y que
obedecían antes a su sentimiento que a su conciencia ...esa diferencia ha sido
causada por la educación y la existencia social, no por la naturaleza , y el
gran materialista Diderot escribía: Os compadezco mujeres y en todas las
costumbres la crueldad de las leyes civiles se ha unido a la crueldad de la
naturaleza en contra de las mujeres. Han sido tratadas como seres imbéciles ;
Rousseau, avanzado ideólogo de la revolución francesa estampo: Toda la
educación de las mujeres debe ser relativa a los hombres... La mujer esta hecha
para ceder al hombre y soportar sus injusticias .
Así
vemos como a través del tiempo las clases explotadoras han predicado la
naturaleza femenina deficitaria . Sustentándose en concepciones idealistas han
reiterado la existencia de una naturaleza femenina independiente de las
condiciones sociales, ésta no es sino parte de la tesis anticientífica de la
naturaleza humana ; pero a esta llamada naturaleza femenina , esencia eterna e
invariable , se le añade el adjetivo deficitaria para indicar que la condición
de la mujer y su opresión y tutelaje es producto de su natural inferioridad
frente al hombre . Con esta pseudo teoría se ha intentado mantener y justificar
el sometimiento de la mujer.
La
revolución francesa, la mas avanzada de las que la burguesía condujo, fue un
gran caldo de cultivo para la acción femenina. Las mujeres se movilizaron junto
a las masas y participando en los clubes políticos desarrollaron acción
revolucionaria; en estas luchas organizaron una Sociedad de Mujeres
Republicanas y Revolucionarias y a través de Olimpia de Gouges, en 1789 piden
una Declaración de Derechos de la mujer y crean periódicos como El impaciente
para reivindicar su condición. En el desarrollo del proceso revolucionario las
mujeres conquistaron la supresión del derecho de primogenitura y abolición de
los privilegios de masculinidad, obtuvieron igual derecho de sucesión que los
varones y consiguieron el divorcio. Su participación combatiente dio algunos
frutos.
Pero
contenido el gran impulso revolucionario, a las mujeres se les niega el acceso
a los clubes políticos, se combate su politización y se las recrimina
predicando su vuelta al hogar, se les dice: Desde cuando les esta permitido a
las mujeres abjurar de su sexo y hacerse hombres? La naturaleza ha dicho a la
mujer: Sé mujer. Tus trabajos son el cuidado de la infancia, los detalles del hogar
y las diversas inquietudes de la maternidad . Mas aún, con la reorganización
burguesa que inicia Napoleón, con el Código Civil, la mujer casada vuelve a ser
sometida a tutela, cae bajo el dominio del marido en su persona y en sus
bienes; se niega la indagación de la paternidad; se quita a la casada derechos
civiles, como a las prostitutas; y se les prohibe el divorcio y el derecho de
enajenar sus propiedades.
En
la revolución francesa ya se puede ver con claridad como el avance de las
mujeres y su retroceso están ligados a los avances y los retrocesos del pueblo
y la revolución.
LA
REVOLUCIÓN FRANCESA Y LOS DERECHOS DE LA MUJER
Aunque
antes de la revolución hubo mujeres que desde una posición individual
plantearon reivindicaciones en pro de la igualdad femenina (un ejemplo es la
ilustrada española Josefa Amar con sus libros Importancia de la instrucción que
conviene dar a las mujeres (1784) o el Discurso sobre la educación física y
moral de las mujeres (1769), hubo que esperar a la Revolución Francesa para que
la voz de las mujeres empezara a expresarse de manera colectiva.
Entre
los ilustrados franceses que elaboraron el programa ideológico de la revolución
destaca la figura de Condorcet (1743-1794), quien en su obra Bosquejo de una tabla
histórica de los progresos del Espíritu Humano (1743) reclamó el reconocimiento
del papel social de la mujer. Condorcet comparaba la condición social de las
mujeres de su época con la de los esclavos.
Tras
el triunfo de la revolución en 1789 pronto surgió una contradicción evidente:
una revolución que basaba su justificación en la idea universal de la igualdad
natural y política de los seres humanos ("Liberté, Egalité,
Fraternité"), negaba el acceso de las mujeres, la mitad de la población, a
los derechos políticos, lo que en realidad significaba negar su libertad y su
igualdad respecto al resto de los individuos.
"El
hábito puede llegar a familiarizar a los hombres con la violación de sus
derechos naturales, hasta el extremo de que no se encontrará a nadie de entre
los que los han perdido que piense siquiera en reclamarlo, ni crea haber sido
objeto de una injusticia.
(...)
Por ejemplo, ¿no han violado todos ellos el principio de la igualdad de
derechos al privar, con tanta irreflexión a la mitad del género humano del de
concurrir a la formación de las leyes, es decir, excluyendo a las mujeres del
derecho de ciudadanía? ¿Puede existir una prueba más evidente del poder que
crea el hábito incluso cerca de los hombres eruditos, que el de ver invocar el principio
de la igualdad de derechos (...) y de olvidarlo con respecto a doce millones de
mujeres?"
(Fuente: Condorcet
"Essai sur l’admission des femmes au droit de cité", 1790 en
PAULE-MARIE DUHET Las Mujeres y la Revolución. Barcelona, 1974 Ed. Península)
Para saber más:
Bibliografia:
Cómic Olympe de Gouges -Cactel&Bocquet,2012- en Kzrevista.blogspot.es
Blanco, Oliva: Olympia de Gouges 1748-1793. Madrid, Ediciones del Orto, 2000.
Manzanera, Laura: Olympe de Gouges: la cronista maldita de la Revolución Francesa. El Viejo Topo, 2010.
Kelly, Linda: Las Mujeres de la Revolución Francesa. Buenos Aires, 1989.
Lairtullier, E.: Las Mugeres célebres en Francia desde 1789 hasta 1795 y su influjo en la revolución. Barcelona : Librería de Juan Oliveres, 1841.
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