La
Biblioteca Popular de la Dona, creada el 1909 en Barcelona por Francesca Bonnemaison, fue la primera biblioteca pública femenina de Europa. Se adelantó
casi veinte años a otros proyectos similares como la Fawcett Library de Londres. Tubo tanto éxito la iniciativa, que un
año después de su inauguración en 1910, se convierte en instituto y traslada su
sede del claustro de Santa Anna, a la Casa de la Misericordia, en la calle
Elisabets.
El principal
objetivo del nuevo Instituto de Cultura i Biblioteca Popular per a la Dona, era
ilustrar y acercar la cultura a las mujeres. Así pues, con la voluntad de
mezclar “lo útil con lo agradable”, ofrecía a las usuarias conocimientos
científicos, artísticos y manuales. La combinación de estos tres tipos de
educación es la que convertirá al Instituto en un centro excepcional, en lo
referente a oferta cultural para las mujeres de Cataluña des de la primera década del siglo XX.
Las
promotoras del Instituto optaron por adecuar y adaptar la propuesta formativa
al “progresivo movimiento del comercio y de la industria”. Así, con visión de
futuro, el centro ofrecía educación especializada para que las mujeres pudieran
incorporarse al mercado laboral con conocimientos y habilidades para poder
ejercer nuevas profesiones.
Al cabo de
poco tiempo, el Instituto creó la sección de Industrias artísticas y puso en marcha talleres. La idea no era
nueva, sino que recogía la experiencia que el movimiento del Arts and Crafts había promovido en
algunos países europeos, i que contaba con una alta participación de las
mujeres.
El Instituto de Cultura, a través de Francesca Bonnemaison, se vincula a las diferentes entidades ciudadanas des de sus inicios, así como a la promoción de los oficios artísticos, entre ellos el FAD Fomento de las Artes Decorativas, institución creada en 1903, y que actualmente sigue vigente.
A partir de
1914-15, el Instituto impartirá un nuevo plan de estudios que ofrecía un grado
de estudios preparatorios de cultura general y bachillerato. La directora
pedagógica, Rosa Sensat, propuso como objetivo el “dar a la mujer una base de
cultura científica y artística que sea garantía de perfección en su trabajo y
que le de posibilidades de luchar con éxito en el ejercicio de su carrera
profesional en condiciones de superioridad”.
El número de alumnas fue creciendo a medida que se ampliaba la oferta académica del instituto, con cursos realmente innovadores para la época, como Delineación, impartidos en 1918 por Leonor Ferrer, la primera mujer delineante española y Jefa de la oficina de planos de la Sociedad General de Teléfonos. Otros mucho más tradiciones, como cocina, tuvieron muy buena acogida, y la asistencia masiva de alumnas a estos cursos, hizo plantear al equipo directivo la necesidad de tener un espacio propio. Otros servicios que se ampliaban cada año eran la Biblioteca y la bolsa de trabajo.
El día 8 de
octubre de 1922, coincidiendo con el inicio del curso 1922-23, se inaugura el
nuevo centro, en la calle Sant Pere més
Baix número 7. El nuevo edificio, permitió que más de 30.000 mujeres circularan
libremente por el Instituto. Parecía que nada podía parar este centro, pero a
partir de 1930 la deuda económica y el inicio de la guerra se interpusieron en
el buen funcionamiento de la institución. Cuando acabó la guerra civil. El consejo
directivo del Instituto lo cedió a la Diputación de Barcelona. Durante el
franquismo y las primeras décadas de la democracia, el instituto fue ocupado
por varias instituciones. Finalmente, en 2003 y por presión de diversos
colectivos de mujeres, la sede del Instituto volvió a los orígenes y se
convirtió en el actual Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison.
Para saber más:
- La biblioteca popular Francesca Bonnemaison». Institut Català de les Dones. [Consulta: 9 d'agost de 2013].
- Biblioteca Francesca Bonnemaison (Diputació de Barcelona)
Bibliografia
- Isabel Segura, Memòria d'un espai. Institut de Cultura i Biblioteca Popular de la Dona, 1909-2003. Barcelona: Publicacions de l'Abadia de Montserrat, 2007.
- Isabel Segura; Anna Cabó, “Francesca Bonnemaison i Farriols: constructora de un espacio cultural de mujeres”, a Treinta retratos de maestras, Madrid, Cuadernos de pedagogía, 2005.
3 comentarios:
Molt interessant el blog i especialment aquest article. Llàstima que només es pugui disposar de versió en castellà. Bonnemaison no se n'hagués sentit orgullosa.
Com funciona el centre de Francesca Bonnemaison ? sen soci? Voldria informaciò
Moltes gracias
David Mallol. Molt agosarat el teu comentari.
Primer de tot, no es pot parlar en nom d'algú que no siguis tú sense al menys el seu consentiment, però sobretot per raons òbvies.
Segon, ja estem polititzant amb l'etern fascisme decimonònic coses que tenen la seva importància principalment en uns fets, i no en una llengua.
Tercer, en comptes de deixar aquests comentaris essencialment fascistes, hauries de quedar agraït per aquesta publicació.
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